Hasta para ser mag@ hay que ir de compras.
Es bien sabido que todo buen mago que se precie necesita un báculo o una buena varita para realizar los más simples conjuros. Y tal vez estés pensando que no debe ser difícil encontrar un centro comercial, un ultramarinos o una tienda, en la que comprar varitas, calderos, mascotas, lágrimas de cocodrilo, veneno de escorpión, búhos mensajeros, escobas voladoras o una buena capa.
En otros tiempos cuando los magos eran personajes envueltos en un halo de misterio, cuando apenas conocíamos de ellos sus hazañas y no los veíamos como simples personas con poderes sino como algo más; en esos tiempos, decía, no se nos ocurría pensar que tuvieran la necesidad de ir de compras. Lo que necesitaban lo recogían en los bosques, lo fabricaban, o lo encontraban oculto en algún tesoro olvidado.
Pero si hubiesen tenido acceso al Callejón Diagon ¡¡¡ohhhh!!!, entonces habrían tenido a su alcance todo tipo de ungüentos, hierbas para sus mejunjes o libros de sabiduría infinita…
Si quieres sentirte como un verdadero mago paseando por el callejón Diagon esta es tu oportunidad.
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