May 192014
 
 19 mayo, 2014  Publicado por a las 11:11  Añadir comentarios

Los meteoros caían del cielo como lágrimas de un lamento cósmico. Miles de luces iluminando la negrura de una noche cerrada.
Los pasos acercaban a Gadel a las garras de la incertidumbre. Dos soldados absolianos se interponían entre él y su destino. Dos soldados, dos movimientos de su espada, dos cadáveres.Relatos de fantasía - Soldado
El inhóspito recorrido que lo acercaba a su muerte lo atraía hipnóticamente. Sobre la húmeda tierra, parecía que sus pasos aceleraban su ritmo, ansiosos de abrazar el sueño eterno, el último viaje.
Pero aún no. Antes debía hacer algo. El destino de su viaje no era otro que la muerte. El sacrificio.
Aquella viciada atmósfera pronto le haría desfallecer. Ya sentía como sus pulmones se llenaban de aquel acidulado gas.
Pero ahí estaba. Su enemigo lo esperaba imperturbable al final de aquel camino. Tras él, una estructura cónica tallada en cristal se izaba en el horizonte.

Has decidido morir para librar al mundo de mi presencia. Algo ciertamente absurdo. Si yo muero, nada cambiará. El mal no se halla en mí. El mal se halla en los corazones de todos los hombres y mujeres. Yo solo soy alguien con un gran poder. Soy víctima de mis deseos. Y, ¿Sabes qué? Me importa una mierda tener que matar a alguien para lograr lo que persigo. Pero no soy la causa, sino el efecto. Soy alguien igual que tú, solo que yo sí he logrado lo que pretendía y el mundo es incapaz de asumir su derrota. Cuando acabe contigo, transportaré el cono de cristal a Esmerel y todo habrá acabado para los débiles – dijo Sirniel, al joven desolado.
– Yo no soy como tú. No poseo nada, pues todo me lo has arrebatado. Pero hay una cosa que debiste quitarme y no has podido. Jamás me arrebataste el alma y mientras la tenga, lucharé por todos los seres indefensos, por el amor, por la paz, por la libertad, por la esperanza y por los sueños. Ahora, muere por todo ello.

Con un movimiento rápido, Gadel cargó contra el sorprendido Sirniel, quien esquivó el lance con una finta mágica.
Seguro de sí mismo, Sirniel se mofó del joven. Jamás le derrotaría con la burda fuerza. No obstante, un lacerante dolor le hizo mirar su pecho. La enorme hoja de la espada de Gadel atravesaba su cuerpo, pintando de roja muerte sus ropas.
Una mueca de incredulidad se dibujó en su rostro. Alzando la cabeza, miró a Gadel. Este se encontraba de espaldas, a unos diez metros de su posición.
¿Cómo había podido? Acaso… No, no podía ser ¿Cómo iba aquel imbécil a descubrir el secreto de la magia y a dominarlo en tan poco tiempo? Pero, a pesar de eso, la espada…
Sus ojos se cerraron enclaustrando la eternidad de una duda y la certeza de un instante. El de su muerte. Sus rodillas cayeron al suelo con estrépito y su sangre lavó las negras manchas de un turbio pasado.
A pocos pasos de él, Gadel se hallaba tamboleándose.
Volvía a casa, con los suyos. Por fin volvería a ver a todos sus amigos, a sus padres, a Nessa.
Más allá del oscuro manto que cubría el cielo, las estrellas iluminaban la esperanza forjada por un joven. El sacrificio de una vida para llevar la libertad a todos los seres humanos.
Gadel cayó al suelo. Sus pulmones apenas contenían oxígeno. Sus ojos se cerraban lentamente. Pero su corazón latía con la certeza de haber ayudado a toda la humanidad. Deseaba tanto volver a ver a todos los que habían perdido su vida ayudándole en su camino. Pronto podría abrazarles, pronto.
Un instante antes de morir, sonrió.

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El ocaso de la luz por Ernesto Domenech
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Ernesto Domenech

Ernesto empezó su trayectoria literaria en Septiembre de 2012 cuando inició la creación de su primer libro: “Crónicas de Ilandor”, primera entrega de la saga “Los Viajes de Gadel”, y que le llevó nueve meses completar, siendo este publicado por la editorial ACEN a los pocos meses de su finalización. Recientemente, Ernesto ha publicado la segunda entrega de la saga “El baile de los seis reinos”.

  2 comentarios en “El ocaso de la luz por Ernesto Domenech”

  1. Muchas gracias Sonia. Gadel es el protagonista de mi saga, si quieres saber más, visita la página de Facebook. Los Viajes de Gadel, un saludo y gracias de nuevo por tu apoyo

  2. La sensación que me deja tu relato es la de querer saber más,como si hubieras enseñado solo una parte del cuadro,tal vez la más importante, y tapado con las manos lo demas.Transmite y mucho,y mientras llegaba al final deseaba que hubiese durado mucho más.

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