Ha vuelto a ocurrir. No dejan de oírse gritos en las calles y ver gente corriendo, intentando escapar de lo que seguro será su final. Les había advertido pero no estaban preparados, ni la primera vez ni ahora. Tal vez alguno logre esconderse y mantenerse con vida durante algunas horas pero si no está preparado al final caerá como todos los demás.
Los militares han irrumpido en el pueblo intentando controlar este nuevo brote y eliminando a todo lo que se mueve y esté a su alcance. Ilusos, la otra vez no pudieron hacer nada. ¿Qué les hace pensar que esta vez será diferente? ¿Los científicos y doctores que les acompañan? A veces me pregunto cuál es la verdadera amenaza, si los zombies, o los científicos dispuestos a sacrificar a toda la humanidad con sus absurdos experimentos.
Son casi las 23:00 y una lluvia torrencial dificulta cualquier intento de ponerse a salvo, eso por no mencionar las instalaciones que han montado en la plaza del pueblo. Muchos curiosos se han acercado a ver este circo protagonizado por militares y doctores. Sólo existe una cura y es la muerte. Deberían saberlo pero no aprenden, nunca, y volverá a ocurrir. Mi consejo, aléjate cuanto antes de todo lo que se mueva, es tu única oportunidad y no vas a tener otra.
Espero que entre todos los lectores habituales del Diario de un Superviviente Zombie al menos uno, aunque sólo sea uno, se haya planteado porque el Diario de un Superviviente Zombie. Vamos a ver o eres superviviente o eres zombie, no puedes ser un superviviente zombie. Bueno, técnicamente si se puede y en este diario nada es al azar.
Ha llegado el momento de presentarse, ese superviviente zombie soy yo. Aunque dada la naturaleza de los supervivientes, más proclives a huir de los zombies que a enfrentarse a ellos, y los pocos militares para contener todo el brote, no me resultó demasiado difícil mantenerme con vida una vez convertido en zombie.
Crónica de una Muerte Anunciada
Era mi destino y no podía escapar a él. Mi inmediato futuro era acabar siendo un zombie y lo único que podía hacer era retrasar ese momento al máximo. No supe hacerlo.
Después de 3 horas en coche, 2 horas de Ave, 45 minutos en metro y otra hora y media en bus llegué un soleado día a Mondéjar. Era temprano y el pueblo estaba tranquilo. A las 15:30 ya había comido y recorrido algunas de las calles hasta llegar al punto de Check-In. De momento no había indicios de la infección y todo parecía de lo más normal. A las 16:00, hora española, se abrieron las puertas de la zona 0 y pude identificarme como superviviente, recoger víveres para aguantar una semana más en el pueblo y seguir mi camino como el resto de supervivientes allí congregados.
16:00
Por algún extraño motivo los militares nos han citado a las 23:00 en la plaza del pueblo, así que dispongo de tiempo suficiente para recorrer sin descanso todas y cada una de las calles de Mondéjar. En un mapa todo es muy bonito hasta que la realidad te golpea con fuerza y te deja sin aliento. ¿Dónde están ahora todas esas calles sin cuesta, cortas y en las que escapar de unos pocos zombies es tarea fácil? ¡¡¡En Mondéjar no!!!
17:30
Algunos de los habitantes de la zona intentan ayudarme. Ellos sobrevivieron al último brote y muy amablemente me recomiendan calles a evitar. Se lo agradezco enormemente. A medida que se acerca la noche el tiempo va empeorando como un preludio de lo que está por venir. Los militares siguen llevando material a la plaza y empiezan a levantar unas estructuras de metal junto a las tiendas de campaña. El resto del pueblo ajeno a este bullicio sigue tranquilo.
21:00
El hambre aprieta. Paro en un bar para recuperar fuerzas y tomarme unos calamares. Desafortunadamente dudo que sean de hoy, de ayer o de anteayer. El estricto control militar ha causado estragos en las reservas de alimentos y debería haber optado por una simple hamburguesa. Mondéjar no tiene mar.
De repente se oyen gritos de militares en la plaza y la muchedumbre allí reunida empieza a alborotarse, algo está pasando y necesito saber que es.
22:30
Los malditos científicos han traído a varios de esos caminantes a las tiendas para experimentar con ellos. Alguien grita ¡Matadlos! y yo añadiría: «a todos, científicos incluidos.»
23:00
La cosa se descontrola y por megafonía consiguen transmitirnos un mensaje que provoca el pánico en todos los presentes, los zombies allí reunidos sólo son una pequeña muestra de un grupo mucho mayor que ya recorre las calles de Mondéjar. Nadie está a salvo y debemos buscar otros grupos de supervivientes si queremos escapar a tiempo de este infierno.
23:30
El caos se adueña de las calles y de la gente, información contradictoria de diferentes puntos con supervivientes llega hasta mis oídos, lugares con armamento y víveres, una posible cura para la enfermedad…Hay que moverse con rapidez.
Encuentro a un par de supervivientes más en los alrededores del centro de salud, Héctor y Julio y decidimos continuar juntos. Desde la emisión de emergencia de la radio nos llegan noticias sobre sitios seguros y con víveres. Nos dirigimos a ellos.
00:00
Grupos de zombies y de supervivientes recorren palmo a palmo las calles, unos buscando comida, otros, la salvación. De momento parece que la plaga no está muy extendida pero es sólo cuestión de tiempo, algo de lo que no disponemos. Se crean aglomeraciones en los puntos donde puede haber más información y eso atrae a los zombies, hay que evitarlos.
00:30
Parece que algunas de las informaciones que hemos recibido no son demasiado fiables, sin embargo hemos encontrado un pequeño grupo de supervivientes cerca del frontón. Tal vez aún hay esperanza. Nos mandan al cementerio donde se supone que hay un laboratorio secreto. Para cuando llegamos allí los militares ya han establecido un perímetro de seguridad y nos retienen durante casi una hora hasta que decidimos alejarnos de la zona, ya demasiado concurrida, y buscar lugares más seguros.
01:30
Después de sortear varias hordas de zombies conseguimos llegar a la radio. Seguro que aquí alguien puede darnos más información. Pero los zombies están por todas partes.
En una audaz maniobra, que sin embargo resulta sospechosamente demasiado fácil, conseguimos alejar a los zombies de la entrada y colarnos dentro. Parece vacía. Estamos atrapados. Afortunadamente mientras uno de los zombies devora al superviviente que logró entrar conmigo, puedo escapar. Mala suerte compañero.
No se volverá a repetir, Héctor y yo planeamos la entrada. Él se quedará guardando la puerta mientras yo busco información.
02:00
No te fíes de nadie. A los pocos minutos de una ejecución perfecta de nuestro plan para hacernos con el control de la radio estamos muertos. Es un Epic Fail !!! en toda regla
03:00
A estas horas ya formo parte de una horda de zombies que recorren las calles en busca de comida. Estos supervivientes se aferran a la vida con más fuerza que un abuelo a su pensión. Los menos preparados han caído ya y ahora sólo aspiran a comer algo de carne fresca y si no es de rata mejor que mejor.
05:00
Sigo buscando algo fresco a lo que hincarle el diente. Tampoco he sido demasiado afortunado consiguiendo sustento como zombie pero es que todas estas heridas me impiden avanzar a una velocidad razonable. Tampoco puedo hablar con ellos, desde hace horas intento llamar su atención y sólo consigo articular sonidos guturales que los animan a correr aún más.
07:00
Al final todo acaba según lo previsto. Sólo unos pocos han conseguido escapar y me hubiera gustado estar entre ellos pero mi preparación era insuficiente y mi capacidad de reacción nula. Sin embargo no todo está perdido. Aquí ya no quedan supervivientes pero en otro lugar los habrá. Sólo tenemos que encontrarlos y degustarlos lentamente.
Mi visión de «zombie a las 02:00»
Convertirse en zombie a las 02:00 fue un buen momento para dejar de ser superviviente. Pude disfrutar de varias horas buscando pistas y esquivando hordas de zombies y pude disfrutar de varias horas más persiguiendo a esos malditos supervivientes, que tienen la mala costumbre de intentar escapar corriendo.
Conseguí varios de los objetivos que me había propuesto para esta edición, a saber:
- Sobrevivir hasta las 23:01. Conseguido
- Ser uno de los supervivientes. Epic fail!!!
- Disfrutar de un apocalipsis zombie. Conseguido
Si, en esta edición de la Survival Zombie conseguir ser un superviviente no era tarea fácil y ese era uno de los objetivos de la organización. A juzgar por los resultados su trabajo en este aspecto fue impecable. Siempre habrá algunos detalles que se puedan mejorar (en que evento no hay detalles que mejorar) pero creo que este no es ni el momento ni el lugar para hablar de ellos. Ya habrá tiempo para revisar todos los consejos, mejoras y sugerencias para hacer de la próxima edición otro evento único en el que enfrentarse a nuevos retos y del que disfrutar durante horas.
Sólo me queda agradecer la atención que recibí por parte de María de la horda 9 que hizo que me sintiera un poco menos desamparado en las horas de incertidumbre reinante en el polideportivo. ¡¡¡Gracias!!!
Os animo a seguir así y nos vemos en la próxima Survival 😉