Gorka no podía creer lo que veían sus ojos. Ese tipo que estaba caminando a solo unos metros de él se parecía demasiado al maldito camarero que tendría que estar atado y amordazado en la parte de atrás del seat.
¿Habría conseguido escapar? La única manera de averiguarlo era seguirlo sin levantar sospechas. En poco menos de dos minutos ya se había procurado una guitarra, y un traje que le venía un poco justo, pero con eso pasaría desapercibido, nadie se fija en los tunos cuando no amenazan con una de sus canciones. El pobre chaval ni lo había visto venir, cuando despertara tendría una buena historia que contarles a sus colegas y a sus nietos sobre el día en que alguien le robó el vestido de tuno y su guitarra en medio del mercado.

Parecía que el camarero tenía prisa por llegar a algún sitio y ese sitio era el bar de la esquina. Entró y se sentó en una de las muchas mesas vacías.

Para ser un bar de la universidad estaba extrañamente vacío a esas horas de la mañana. ¿Es que ahora de repente la gente asistía a las clases de antes del almuerzo? De repente otro tipo demasiado parecido al camarero que tenía que estar atado y amordazado en el seat entró en el bar. Tenía que actuar con rapidez si quería descubrir que era lo que ocultaban. Estaba claro que ninguno era su hombre pero era demasiada casualidad que se parecerían a él y hubieran escogido un bar casi vacío para reunirse.

Unos minutos y cien euros más tarde la Tuna del Buen Recuerdo estaba en la puerta del local dispuesta a atacar con su mejor artillería, Clavelitos. Y el efecto fue demoledor, tal y como lo había previsto los dos tipos se levantaron y salieron por la puerta trasera, estaba claro que buscaban algo más de intimidad aunque algo le decía a Gorka que no habían escogido ese bar por casualidad.

Después de andar un par de manzanas sin dejar de mirar atrás entraron en lo que parecía otro local en estado de abandono y con cucarachas recorriendo la barra. Solo un borracho apuraba su copa en una de las mesas llenas de mugre del fondo del local, el camarero asintió detrás de la barra.

Por el camino Gorka tuvo tiempo de cambiar su magnífica guitarra y su traje de tuno recién adquirido por un chándal sudado y apestoso de alguien que despertaría con más dolor de cabeza del habitual. Con eso y el fuerte olor a alcohol nadie se fijaría en él, no en un bar. Entró.

Por un momento notó como las miradas del camarero y de los otros dos tipos le atravesaban como buscando algo, examinando cada centímetro, evaluando si sería apto…

-¿Qué será?- gritó el tipo detrás de la barra
-ungg don simón sin vaso-respondió Gorka con su mejor acento de borracho y se desplomó en la mesa del otro borracho con el que empezó a hablar como si se conocieran de toda la vida. Eso pareció hacer perder el interés de los otros tipos. Un par de copas más tarde ya empezaban a estar animados y le daban a la lengua.

-Las pruebas del proyecto predator en Aldeaduero han sido un éxito. Los turistas que estaban allí estaban convencidos de que se trababa de un ataque alienígena, jajaja estúpidos, si supieran lo que realmente está pasando, pero la gente quiere extraterrestres así que vamos a darles extraterrestres, mira las últimas imágenes…se creen héroes salvando al planeta de una invasión. Ingenuos.

-Ahora me trasladan con parte del equipo al laboratorio #5, parece que han tenido algunos problemas con un par de sujetos fugados y el equipo de recuperación que tienen allí con un tal capitán Fernández al mando no para de cagarla.
Necesito que reúnas al resto de los chicos, no te puedo contar más, ya sabes paranoias de los de arriba, secreto, clasificado, no autorizado…les gusta jugar a los espías. Aún no hay fecha para las siguientes pruebas del predator aunque creo que pronto veremos mejoras, sobretodo en velocidad y camuflaje. Pero ahora hay que preparase para este fin de semana, tal vez tengamos que actuar en Archena. Las órdenes son estar listos con todo el equipo y mantenernos fuera del perímetro de seguridad, parece que van a dejar que la infección se extienda más de lo habitual y podría ser peligroso incluso para nosotros. Cuando esos malditos Z’s tienen hambre aún resultan incontrolables, me pregunto qué coño estarán haciendo los científicos en el laboratorio para solucionarlo, aunque visto lo que ha pasado en las anteriores pruebas y como trabajan en ese complejo me parece que antes de completar esta fase van a necesitar varias pruebas de campo más. Mejor, más trabajo, más muertos, más dinero.