Dic 272013
 
 27 diciembre, 2013  Publicado por a las 11:11 Tagged with: , , , ,  6 comentarios »

La magia es uno de los componentes principales de la Fantasía. Así como el contexto medieval parece casi obligatorio, introducir el elemento de la magia nos amplía el rango del mundo en el que nos desenvolvemos. En mi caso tengo dos referentes muy claros: Tolkien y R.E. Howard. El empleo de la magia en la Tierra Media se realizaba de manera muy sutil, casi imperceptible. Eran continuas las referencias a los sortilegios élficos, a las palabras cargadas de poder inscritas en runas, e incluso toda la acción de El Señor de los Anillos gira alrededor de un anillo mágico. Pero Tolkien fue capaz de darle un viso de normalidad, algo que no se sale de lo común pero que se ve de manera muy frecuente. Así, Gandalf evita constantemente el uso de sus poderes, y podemos observar la presencia de la magia circunscrita a entornos proclives para ello, como puede ser el bosque de Lorien, Rivendel y otros lugares. Me gusta el toque furtivo que le proporcionaba.
Torre hechizada
R.E. Howard utilizaba la presencia de la magia para algo más común: invocar demonios y seres de otros mundos, proteger torres vinculándoles estos seres y otras hechicerías, conjuros que provocan la pérdida de la razón, que seducen… es una magia más oscura, magia negra en la mayoría de los casos, utilizada por hechiceros y brujos en tenebrosos estudios plagados de grimorios y pergaminos escritos en lenguas olvidadas. Me encanta el halo de maldad que le reviste a la trama el uso de esta hechicería.
Ahora bien, si en la Europa Medieval queremos introducir magia, lo llevamos complicado. El uso de la magia y de las pociones mágicas era muy extendido, pero aquellas que surtían efecto eran perseguidas por la Iglesia y por los señores feudales. Emplear la magia era muy arriesgado, penado con la muerte en el peor de los casos. Pero se puede introducir magia en este contexto, sobre todo si aplicamos los dos casos descritos anteriormente: aísla esta magia del mundo mortal, dale un toque de normalidad que le proporcione la oportunidad de pasar desapercibido, añade los toques de hechicería negra que permitan invocar a demonios y lanzar sortilegios oscuros, y tendrás un efecto muy potente en tu historia. Se trata de evitar al típico mago que camina por la Europa Medieval lanzando bolas de fuego, volando a voluntad y moviendo objetos con la mente. Este mago seguramente acabaría en la hoguera muy pronto si no fuese capaz de ocultar sus poderes a los mortales. Tiene que ser un personaje potente y poderoso, pero que no precise realizar magia constantemente porque sería delatado y perseguido. Imaginad la situación de Bilbo si los enanos descubriesen que en verdad tenía un anillo mágico que le hacía desaparecer… se lo arrebatarían al momento y le defenestrarían. O situad a Gandalf en la corte de Castilla del siglo XIII: terminaría en la hoguera sin necesitar apenas que hiciese algún juego de luces. Todo esto le proporciona a la historia potencia y emoción, de manera que el personaje deba emplear los poderes mágicos disimulándolos ante los ojos de los mortales.
Si quieres emplear magia en tu historia de fantasía, no abuses de ella. Haz que sea como la sal en una comida: le proporciona sabor y sustento a la comida, pero si se te va la mano corres el riesgo de arruinar el plato. Dale un toque sutil, casi como de pasada, y empléala en el momento justo, sin grandes alardes pero con el efecto deseado. Disfruta de la magia, pero con moderación…

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Ago 022013
 

Posiblemente la mente del lector busque las referencias clásicas cuando nos referimos a un mundo fantástico. Es muy evidente que tanto Tolkien, como R. E. Howard y otros autores asentaron las bases de lo que en estos momentos conocemos como literatura fantástica. La creación de nuevos mundos, poblados de seres extraordinarios extraídos de la imaginación, más o menos fértil, forma parte de la base de toda historia basada en la fantasía. Pero, desde mi punto de vista, utilizar este argumento se me antoja ya muy manido, puesto que creo que se ha sobreexplotado demasiado.

Existen tantos mundos de fantasía como autores del género, pero prácticamente casi todos comparten multitud de elementos comunes entre sí: orcos, trasgos, magos, elfos, dragones, enanos, huargos, lobos, grandes águilas… Si enumeramos las criaturas que poblaron la Tierra Media, Hiperbórea o Narnya (sólo por citar unos cuantos), encontraremos un largo popurrí de ellos en casi todos los “nuevos mundos” de fantasía. Quizá sea mucho más atractivo para el lector crear un mundo fantástico lo más realista posible… y aún así se me antoja una labor demasiado complicada, he de reconocer. Si buscamos los estereotipos de la fantasía más comunes para buscar la complicidad del lector… ¿Por qué buscar lejos de nuestro mundo?

Un mundo de fantasía muy real, por Dawn Endico

Un mundo de fantasía muy real, por Dawn Endico


Para mí es mucho más sencillo nadar en las fuentes históricas y utilizar el mundo actual para crear mi propio mundo de fantasía. Reconozco que soy un apasionado de la historia, y se me hace sencillo buscar y rastrear en los libros toda la documentación que sea necesaria para ambientar mis historias dentro de un contexto histórico.

¿Para qué inventarme unas Montañas Nubladas, si tenemos a nuestro alcance los Alpes, los Pirineos, los Cárpatos y tantas cadenas montañosas que no le van a la zaga? Tratamos de crear una poderosa ciudad medieval, al estilo de Minas Thirith, cuando tenemos a nuestro alcance la maravilla sin igual de Constantinopla, o las ciudades medievales como París, Roma, Praga, Toledo, Sevilla, etc. Si nuestros personajes deben atravesar un Gran Río, ahí tenemos al Rhin, al Elba, el Tajo y otros tantos ríos exuberantes. Queremos crear un bárbaro venido desde las regiones de Cimmeria, cubiertas por el manto eterno de la nieve… y tenemos a nuestro alcance todos los países nórdicos, cuna de los temibles vikingos y otros clanes de guerreros.

Los orcos, trasgos, huargos y demás pueden ser demonios surgidos desde algún oscuro infierno, invocado por su señor oscuro… y a lo largo de toda la Europa Medieval las torres solitarias pueden ser extraordinarios cubiles de seres demoníacos al más puro estilo de R. E. Howard. Queremos que nuestros personajes visiten mundos orientales exóticos, y ahí tenemos el mundo musulmán de Al-Andalus, las ciudades deslumbrantes de Bagdag, Marrakesh, El Cairo… Si deseamos que nuestros personajes exploren las tumbas olvidadas de una civilización extinguida… ahí tenemos los túmulos celtas, prerromanos, visigodos, los túmulos del Antiguo Egipto, las tierras de Mesopotamia y sus antiquísimos imperios nacidos en los albores de la historia. ¿Queremos un mago en nuestra aventura? Desde el clásico druida, o el monje misterioso versado en terribles rituales oscuros, o el alquimista siniestro del Bazar de Damasco, o quizá el sabio Rabino que habita en las callejuelas del barrio judío de Praga. ¿Queremos huargos? Se podría decir que prácticamente toda Europa fue territorio plagado de lobos de todos los tamaños y clases. Los bosques que se extendían en todos los rincones de los reinos cristianos podrían rivalizar con El Bosque Negro de la Tierra Media… y la considerable extensión sin explorar de muchos de estos territorios podrían acoger cualquier reino olvidado.

Creo que si se acude a las fuentes históricas, conjugar fantasía con historia te permite crear un mundo extraordinario, palpable por el lector pero plagado de numerosas sorpresas. Por mi parte, El Mundo de las Sombras, donde cohabitan los vampiros, inmortales, hombres lobo, magos, demonios y otras criaturas con los humanos durante la Europa Medieval, interactuando en el mundo histórico y estableciendo esa base histórica como contexto principal de nuestro mundo, es fascinante y un reto precioso. Quizá sea muy necesario un buen trabajo de documentación histórica, lo reconozco, pero los resultados del mundo de fantasía que puedes crear los tienes ahí, al alcance de tu mano. Por supuesto que existen muchos mundos de fantasía que han obtenido excelente resultado, pero siempre se parecerán al mundo creado por otro autor anteriormente. Y, si tienes que inspirarte en algún mundo ya creado… ¿por qué no hacerlo con nuestro propio mundo?

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Dic 212012
 
 21 diciembre, 2012  Publicado por a las 11:11 El Pozo de los Recuerdos Tagged with: , , , , , , , ,  38 comentarios »

Eitas…
…que no tienen desperdicio y ya forman parte de mí.

  • «En un agujero en el suelo, vivía un hobbit.”
  • “Oscuridad para asuntos oscuros.” – Gandalf
  • “Grita dos veces como lechuza de granero y una como lechuza de campo y haremos lo que podamos.” – Thorin
  • “¡Gandalf! Si solo hubieseis oído un cuarto de lo que yo he oído de él, y he oído solo muy poco de todo lo que hay que oír, estaríais preparados para cualquier especie de cuento notable.”
  • “¡Yo soy Gandalf, y Gandalf soy yo!” – Gandalf, evidentemente.
  • “La casa era perfecta tanto para comer o dormir como para trabajar, o contar historias, o cantar o simplemente sentarse y pensar mejor o una agradable mezcla de todo esto.”
  • “¿Volver?”, pensó. “No sirve de nada. ¿Ir por algún camino lateral? ¡Imposible! ¿Ir hacia delante? ¡No hay alternativa! ¡Adelante pues!” – Bilbo Bolson.
  • “No sé cuánto tiempo continuó así, odiando seguir adelante, no atreviéndose a parar, adelante y adelante, hasta que estuvo más cansado que cansado.”
  • “¡Nunca te rías de dragones vivos!” -Bilbo a si mismo.

Y ahora, las que les gustan a muchos otros:

  • “Cierto que casi siempre se encuentra algo, si se mira, pero no siempre es lo que uno busca.”
  • “Te considero una gran persona, señor Bolsón, y te aprecio mucho; pero en última instancia ¡eres sólo un simple individuo en un mundo enorme!” – Gandalf a Bilbo
  • “Soy el señor Bilbo Bolsón, he perdido mis Enanos, mi mago y mi camino.“ – Bilbo
  • “Caja sin llave, tapa o bisagras, pero dentro un tesoro dorado guarda.” – Bilbo a Gollum
  • «Huevos! Huevos es la respuesta.” – Gollum a Bilbo>
  • “Que el pelo de sus pies nunca se caiga!” – Thorin
  • «Ahora bien, parece extraño, pero las cosas que es bueno tener y los días que se pasan de un modo agradable se cuentan muy pronto, y no se les presta demasiada atención; en cambio, las cosas que son incómodas, estremecedoras, y aun horribles, pueden hacer un buen relato, y además lleva tiempo contarlas. ”
  • “¿Qué haremos, qué haremos? – gritó – ¡salir de trasgos para caer en lobos! – dijo; y esto llegó a ser un proverbio…”de la sartén al fuego”…”
  • «-A los árboles, rápido! -gritó Gandalf.»
  • “…un poco más – dijo Gandalf. Luego de lo que pareció siglos más.”
  • “¡No tengo ningún interés en tesoros guardados por dragones, y no me molestaría que todo el montón se quedara aquí para siempre, si yo pudiese despertar y descubrir que este túnel condenado es el zaguán de mi propia casa!” – Bilbo>

Frases en El Hobbit - Libros de Fantasía
¿Has encontrado alguna otra frase en El Hobbit que crees que no debería faltar en esta recopilación? Añádela como comentario.


Fuentes
El Hobbit Autor: J.R.R.Tolkien. Editorial: Minotauro
Dic 212012
 
 21 diciembre, 2012  Publicado por a las 11:11 El Candelabro de Hierro, El Candelabro de Hierro, Libros Tagged with: , ,  Sin comentarios »

“En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero- hobbit, y eso significa comodidad.»

Las primeras lineas de El Hobbit para mi no tienen desperdicio.

Solo con esto ya podemos hacernos una idea del tipo de novela que tenemos entre las manos. Descripciones detalladas de bosques, caminos y personajes, nos acompañaran durante toda la lectura, narrando con maestría un mundo fantástico.

El Hobbit, The Hobbit or There and Back Again, usualmente abreviado como The Hobbit, escrito por John Ronald Reuel Tolkien más conocido como J.R.R.Tolkien.

La sinopsis dice así: Smaug parecía profundamente dormido cuando Bilbo espió una vez más desde la entrada. ¡Pero fingía estar dormido! ¡Estaba vigilando la entrada del túnel!…Sacado de su cómodo agujero-hobbit por Gandalf y una banda de enanos, Bilbo se encuentra de pronto en medio de una gran conspiración que pretende apoderarse del tesoro de Smaug el Magnifico, un enorme y muy peligroso dragón…

Libro de El Hobbit

Coincidiendo con el 75 aniversario de su publicación, y aprovechando que en breve se estrenará la película, no he podido dejarlo por más tiempo. Soy de esas personas que prefieren leer antes que ver, de lo contrario la imaginación poco puede hacer influenciada ya por actores y paisajes reales llevados a la ficción.

Se ha escrito mucho sobre El Hobbit. Sobre cómo surgió por casualidad con una frase que Tolkien apuntó mientras impartía una clase “En un agujero en el suelo, vivía un hobbit” (genial por cierto), como un cuento para sus hijos; o sobre los valores morales que ocultan sus páginas. Para mí ha sido un gustazo invertir el tiempo en él. Aunque, no es imprescindible para entender su secuela El Señor de los anillos, si nos descubre detalles interesantes sobre la vida de Bilbo Bolsón, la Comarca, Golum y el anillo de poder. Imprescindible para los fieles seguidores de Tolkien.

La sensación de que cada frase esconde un tesoro o de que en cada página descubres algo me ha acompañado a lo largo de todo el libro.

Me he puesto en la piel de sus hijos y he escuchado las aventuras de Bilbo, Gandalf y compañía como si el mismísimo John estuviera narrándolo con una profunda e intrigante voz. Las páginas han ido pasando sin darme cuenta gracias a una redacción sencilla y amena y a la avidez dibujada en el rostro de mi acompañante lector. Puede ser una buena iniciación en el mundo de la fantasía y ¿por qué no?, para disfrutar de largos ratos de lectura en compañía de Bilbo con los más peques de la casa, teniendo en cuenta que son 310 páginas en la edición de bolsillo…


Fuentes
El Hobbit Autor: J.R.R.Tolkien. Editorial: Planeta