Dic 052014
 
 5 diciembre, 2014  Publicado por a las 11:11  Añadir comentarios

Buenos días aprendices y rastreadores de Tierra Quebrada hoy vamos a conocer un poco más a Pedro Camacho, autor de la saga Cuentos del Círculo de Bardos.

Foto Pedro CamachoPedro Camacho Camacho nació en Jabalquinto, Jaén, en 1977. Es maestro de inglés y autor de literatura infantil y juvenil además de traductor. Entre sus traducciones encontramos la obra de género fantástico: Allwënn, Soul&Sword (del español al inglés). Sus libros como autor son «Cuentos del Círculo de Bardos I: La Elegida de los Dioses», «Cuentos del Círculo de Bardos II: El Legado del Hechicero», “Cuentos del Círculo de Bardos III: La Búsqueda, “Talia, la Brujita y el Espejo”, «Caballero de Dragón», «El Último Duelo» y «Cuentos y Actividades para la clase de lengua y literatura I y II».

Puedes encontrarme en El Círculo de Bardos, Facebook o en Twitter

 
¿Por qué nombre te conocen los humanos?
Pedro Camacho… imagino.

¿Qué opinas del género de fantasía en nuestro país?
Es tremendamente poderoso en cuanto a calidad literaria, número de escritores y número de lectores. Sin embargo, sigue considerado como un género “pequeño”. España es un país con clara tradición realista, pero basta rebuscar un poquito para darse cuenta de que a los españoles nos encanta la “magia”.

¿Cuáles son tus obras literarias de referencia en el mundo de la fantasía?
El Señor de los Anillos, por su puesto y desde hace mucho tiempo. Canción de Hielo y Fuego, me parece una obra que hila muy fino y que ha roto con la fantasía entendida como literatura juvenil. Y son dos obras extranjeras. En español, me encanta la Saga de la Flor de Jade de Jesús Vilches —me parece una historia espectacular—. Y la novela Heredero de la Alquimia de David Mateo, que es una auténtica maravilla. Hay más, pero estas son las que más me gustan.

¿Cuál fue el primer libro de fantasía que leiste?
¡Ay, madre mía! Déjame pensar… Pues creo que fue uno de esos de Elige tu Propia Aventura: Viaje Submarino. ¡Qué recuerdos! Si ya nos centramos en la fantasía propiamente: El Señor de los Anillos. Tendría unos trece años.

¿Cuál es tu personaje de fantasía preferido? ¿Por qué?
Hay un personaje de la saga de la Flor de Jade que se llama Ishmant. Es un monje Kurawa experto en artes marciales y filosofías del mundo. Su nombre significa algo así como «el del templado espíritu». Y eso es lo que más me gusta de él.
Entrevista a escritores de fantasía
¿Qué es lo que más detestas al leer un libro de fantasía?
Lo que menos me gusta son las malas traducciones o las redacciones en español que parecen esas traducciones: adjetivos delante del nombre (siempre), palabras arcaicas o mal usadas. Tampoco me gusta el exceso descriptivo.

¿Desde cuando escribes fantasía?
Desde que empecé a escribir. Pero de forma más o menos seria desde 2005.

¿Cómo describirías tu estilo de escritura?
Fluido. Directo. Poco dado a las florituras y muy visual. Pero eso lo digo yo que no soy objetivo. No sé si me habré definido bien.

¿Cómo trabajas la creación de un mundo de fantasía?
En realidad, como buen y antiguo rolero, el mundo, los mundos, crecieron conmigo desde hace mucho tiempo. Creo que no creo (valga el juego de palabras). Más bien, rebusco en mi memoria y voy sacando las cosas que ya estaban allí.

¿Qué consideras más importante en la escritura de un libro (argumento, personajes, mundo…)?
Todo tiene su importancia. Pero lo más importante es la coherencia y la cohesión. De la historia y del texto. Un estilo ágil y atractivo también ayuda mucho.

¿Le has cogido especial cariño a alguno de tus personajes? ¿Por qué?
¡A todos! Porque mis personajes son yo y yo soy mis personajes. ¿No voy a tenerme cariño a mí mismo? Son todos hijos míos.

¿Cuál es la mayor estupidez que ha hecho alguno de tus personajes?
Tener miedo en un momento en el que no deberían haberlo tenido y complicarse mucho la vida sin necesidad.

¿Qué sientes al escribir la última palabra de una historia?
Emoción, orgullo y alivio.

¿Cuál es la principal dificultad a la que te has enfrentado como escritor?
El ostracismo. El olvido. Pensar y sentir que escribes para nada. Si yo escribo es para que me lean. Dicen por ahí muchos compañeros que ellos escribirían de todos modos. Que necesitan plasmar en el papel o en el ordenador sus historias. Lo harían con o sin lectores. No es mi caso. Necesito que la gente lea lo que escribo. Es verdad que no necesito demasiados lectores, pero si no los tuviera, no escribiría. Lo que pasa en el papel yo ya lo sé, ya lo vivo, ya lo tengo en mi memoria. ¿Para qué escribirlo si nadie piensa leerlo?

¿Algún consejo para los nuevos escritores que quieren iniciarse en este mundo?
Paciencia. Práctica. Pero sobre todo que sepan, que entiendan, que tienen que mejorar mucho. Que tienen que aprender, no solo escribiendo, sino leyendo, estudiando. Hay que ser muy humilde, y eso es muy difícil para un creador.

¿Autoedición o editorial?
Las dos cosas. Yo tengo las dos cosas. La editorial te da un soporte, que a veces no es todo lo solido que uno querría. La autoedición te da libertad para trabajar tu obra como quieras. Estoy muy contento con autoeditar mi obra. Elijo la maquetación, el ilustrador… es más duro, pero más gratificante.

¿Cuáles son los mayores obstáculos que hay que superar antes de poder publicar un libro?
Si con publicar te refieres a una editorial, lo difícil es estar en el lugar apropiado en el momento preciso. Si tu obra cae en gracia (seas bueno o no) publicarás. En caso contrario (lo normal) después de mucho trabajo y estudio se publica. Lo más difícil de llevar para mí: la indiferencia editorial o el típico mensaje “agradecemos… pero su novela no entra dentro de nuestra línea editorial”.

¿Cómo definirías a tu público?
Joven. Da igual que tengan sesenta años que catorce. Es gente joven. Se supone que hago literatura juvenil, aunque yo no estaría del todo de acuerdo.

¿Sufres más leyendo o escribiendo?
No sufro. Soy así de frío. Pero leyendo tengo más… emoción. Tengo que esperar a ver qué me cuentan. Cuando escribo, es difícil que algo me sorprenda.

¿Recuerdas alguna anécdota divertida, interesante… de tu carrera como escritor?
Hay algunas anécdotas muy buenas, pero recuerdo una de las primeras que me llegó al alma. En mi primera novela hay una escena llena de música. Que una cantante de ópera y profesora de música te diga que se ha emocionado al leerla… me quedé sin palabras. Otra espectacular que me sucedió este verano. Soy maestro de primaria y, al terminar el curso, los padres de los alumnos se pusieron de acuerdo para hacerme un regalo: compraron un ejemplar de uno de mis libros para sus hijos y me organizaron una firma sorpresa. ¡Son niños de siete años!

¿Cuál es tu mejor defecto?
Soy tremendamente obstinado (por decirlo finamente).

¿Qué te preguntarías a ti mismo? ¿Y cuál sería tu respuesta?
Pedro, ¿dejarás alguna vez de darle vueltas a la cabeza y quedarte tranquilito con tu trabajo y tu familia sin idear más locuras? Nunca.

¿Alguna frase épica que quieras compartir con nosotros?
«…la Magia de Él proviene y a Ella regresa». Sridêr, el Oráculo.

Tu turno, tienes 1 minuto para convencernos de que leamos tus libros y no los de otro autor…
Me temo que eso no será posible. Leed mis libros, los de otro autor y los de todos los autores que creáis que os pueden gustar. ¿Qué encontraréis en mis libros? Frescura, fluidez, más de un nivel de lectura y, si hacemos caso a David Mateo en el prólogo del primer libro de la saga del Círculo de Bardos: ternura y mucha magia.

Ahora es tu momento apreciado lector. Hazle tu pregunta a Pedro, seguro que estará encantado de responderla 🙂

Entrevista con Pedro Camacho
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Aven

Historiador y Aventurero de día, Mago y Guerrero de noche siempre me ha gustado combinar la afilada hoja de mi espada con una bola de fuego o una tormenta de rayos.
Son... argumentos contundentes.

  2 comentarios en “Entrevista con Pedro Camacho”

  1. Una firma de libros ante tus alumnos de siete añitos… ¡Eso ha sido genial!

    Tampoco yo creo que exista un «escritor» que plasme sus ideas sin interés en que otras personas le lean. Pueden ser muchos (lo que uno desea) o pocos, pero, ¿para qué, si no, íbamos a dedicarle «al oficio» tantos esfuerzo y horas? Una cosa sería, en sus comienzos, que tenga ese miedo de que los primeros lectores le sugieran no volver a escribir nunca más, pero, pasada esa barrera, el que escribe lo hará para que le lean cuantos más mejor. ¿Qué otro sentido tendría?

    Me ha gustado la entrevista. Enhorabuena y mucha suerte.

    • Gracias por tomarte el tiempo de leerla. Lo cierto es que a veces me planteo dejar de escribir, para disfrutar de más tiempo para otras cosas, pero el mero hecho de tener uno o dos lectores que quieren que termine esto o aquello hace que quiera seguir adelante. Uno o dos, no más, pero tienen que existir.

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