Oct 062014
 
 6 octubre, 2014  Publicado por a las 11:11  Añadir comentarios

Abrió los ojos y los vio, estaban todos allí, en silencio, expectantes. Eran miles, cientos de miles y siempre habían estado ahí, ocultos a la vista de todos los habitantes de Rongor. Se alimentaban del tiempo. Eran devoradores de tiempo. Sin ellos no existiría el día ni la noche. La existencia de las demás especies, humanos, orcos, elfos o dragones estaría condenada a una eternidad sin sentido. No habría pasado ni futuro. No existiría un antes y un después.

Pero algo no estaba funcionando como lo había hecho durante siglos. El tiempo se había ralentizado, de manera casi imperceptible para el ojo humano pero los días eran más largos, las noches eran más largas, incluso los suspiros eran ahora más largos.
Relatos de Fantasía - Seres diminutos por Aven Roy
Ese pequeño ser de un color casi transparente se aproximó lo suficiente al rostro de Vengor para que pudiera verle con claridad. Pero incluso a una distancia tan pequeña resultaba extremadamente difícil diferenciarlo de su entorno. Luego acudieron otros dos más. Mismo color, misma estatura. Resultaba imposible para Vengor apreciar ninguna diferencia entre ellos y sin embargo la había, en su manera de hablar, en su manera de moverse, incluso en su aspecto físico, ligeros matices de color en la piel, en su textura que podía variar desde un musgo aterciopelado hasta el áspero contacto de una corteza de roble. Tales eran las diferencias que cualquier observador experimentado podría advertir entre un Serdon y otro si hubiera tenido la oportunidad de verlos durante el tiempo suficiente.

Poco a poco sus palabras, incomprensibles al principio, fueron tomando forma y Vergon empezó a comprender. El mundo de los Serdons estaba amenazado, alguien había alterado el flujo normal del tiempo y muchos de ellos habían muerto. Incapaces de controlar esos cambios bruscos y repentinos sus diminutos cuerpos empezaban a vibrar hasta acabar desapareciendo como una gota de agua lo hacía al calor del verano.

Si ese alguien seguía jugando con el tiempo pronto no habría suficientes Serdons para devorar la cantidad de tiempo necesaria cada día y el proceso sería totalmente irreversible. Lenta pero paulatinamente los días, las noches, los atardeceres se irían alargando hasta quedar detenidos en un instante preciso del que nada ni nadie podría escapar.

El viejo relojero conocía la historia. Su padre y el padre de su padre antes que él, habían conocido de la existencia de los Serdons. Su legendaria fama en la fabricación de relojes se debía precisamente a ese encuentro fortuito tiempo atrás. En el engranaje de cada reloj se insertaba una sustancia que solo los Serdons podía producir y acumular, el tiempo negativo. Con eso sus relojes estaban ajustados siempre, ni un minuto antes ni un minuto después. Los relojes del viejo relojero siempre marcaban la hora que debían marcar.

También conocía el efecto de esa sustancia, ralentizar el paso del tiempo. Un Serdon no podía devorar un espacio de tiempo negativo y ahí fue cuando empezaron los experimentos. Volder, había construido relojes toda su vida pero su tiempo se agotaba. La enfermedad que había desarrollado su cuerpo era ya incurable. Eso le había dicho la hechicera del bosque. No le quedaban más de dos o tres semanas de vida así que no tenía nada que perder. Detendría el tiempo y así burlaría a la muerte. Entonces empezaron los experimentos. Cada vez más atrevidos, cada vez más peligrosos…

Si antes de la medianoche Vergon no había conseguido detener al relojero Rongor y el resto del mundo conocido estarían atrapados para toda la eternidad.

Aven RoyHistoriador y Aventurero de día, Mago y Guerrero de noche siempre me ha gustado combinar la afilada hoja de mi espada con una bola de fuego o una tormenta de rayos.
Son… argumentos contundentes.
Puedes encontrarme en Tierra Quebrada mi segundo hogar.

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Seres diminutos por Aven Roy
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Aven

Historiador y Aventurero de día, Mago y Guerrero de noche siempre me ha gustado combinar la afilada hoja de mi espada con una bola de fuego o una tormenta de rayos.
Son... argumentos contundentes.

  2 comentarios en “Seres diminutos por Aven Roy”

  1. Me ha encantado

    • Gracias Sonia,

      En esta edición casi me pilla el toro pero para la próxima ya tengo el argumento y los personajes principales… ahora solo me falta cogerlos y plasmarlos en papel.

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