Dic 082014
 
 8 diciembre, 2014  Publicado por a las 11:11  Añadir comentarios
Survival Zombie: Lost Archives son una serie de posts ficticios basados en los Real Games de WRG y las Survivals Zombies organizadas por todo el territorio español.
Cornelius Tamphels, es el encargado de investigar cada nuevo brote y su misión es descubrir porque, cuando y dónde tendrá lugar el siguiente.
Si quieres participar te recomiendo que consultes la página oficial. www.survivalzombie.es dónde encontrarás, todas las fechas y lugares de las siguientes infecciones.

 

De entre todas las ciudades y pueblos de España tenían que haberme traído hasta Ayllón. Estaba claro que La Corporación no iba a quedarse de brazos cruzados mientras Pablo y sus hombres le quitaban delante de las narices una parte del pastel, pero ponérselo en bandeja tampoco era la mejor idea.

Hacía días que esa prueba estaba programada. Nadie debía saberlo pero el olor a podrido nada más llegar al pueblo tendría que haber disparado todas las alarmas. Eso y todos los militares que habían tomado posiciones en los puntos estratégicos para evitar que nadie abandonara el pueblo una vez empezara la fiesta.

A nuestro favor que ninguno de ellos nos estaba esperando, al menos no tan pronto ni en este remoto pueblo.

La nieve empezó a caer, amortiguando los gritos que se escuchaban a lo lejos. Cuando llegamos al bar ya estaba oscureciendo y los pocos habitantes del pueblo se habían refugiado en el calor de sus hogares sin saber que esta sería su última noche.

Otra vez los mismos gritos de terror, otra vez hordas de zombies devorando todo lo que encontraban a su paso. Entonces se abrió la puerta del bar y entraron siete militares. Cargaban con un objeto grade y pesado y su primer error fue pensar que toda la gente estaría ya huyendo de los zombies o encerrada en sus casas.

Su segundo error fue preguntar antes de disparar. Los mercenarios de Pablo sin embargo tenían bien aprendida la lección y antes de que el último de ellos pudiera cerrar la puerta las tres MK46 ya estaban silbando y repartiendo muerte a partes iguales.

No hubo tercer error.

Y al parecer teníamos la bomba en nuestro poder. Eso nos iba a facilitar el trabajo, solo teníamos que sentarnos y esperar a que los militares de La Corporación acabaran con los civiles y los zombies o dejar que fueran los muertos los que se dieran un festín hasta más allá del amanecer. Los civiles ya estaban perdidos antes de empezar la noche así que alguien tendría que llorar su estúpida e inútil muerte.

Survival Zombie - Población Civil

Esa noche no habría fuegos artificiales al final de la fiesta y eso era bueno para el negocio. Cientos, miles de zombies descontrolados que poco a poco irían debilitando las defensas del pueblo y al final acabarían por salir y propagar la infección. Para cuando alguien se diera cuenta de que la bomba no había explotado ya sería demasiado tarde. Preparar otra bomba, preparar otro equipo de contención o autorizar un bombardeo masivo sobre la zona. Ninguna opción solucionaría el problema.

Eso le daría a Pablo y a sus hombres el tiempo necesario para poner a punto a sus propios zombies o para encontrar una cura al virus, la elección era fácil, lo que diera más dinero.

En ninguna de las dos opciones Cornelius tenía un final feliz pero eso ahora mismo no era lo peor, el hambre había vuelto. Cada vez que lo hacía le golpeaba con más fuerza, su lucha interna por permanecer humano era cada vez más dura, el dolor mayor, el sufrimiento indescriptible. Tal vez había llegado el momento de dejar de luchar, de convertirse en uno de ellos y dejar de sufrir, abandonar el dolor y convertirse en uno de esos seres repugnantes a los que había perseguido durante toda su vida.

Una bofetada con la mano abierta le devolvió a la realidad y de paso le cruzó la cara con tal violencia que notó como la mandíbula se le desencajaba por momentos. Era ese estúpido al que llamaban GP. El mismo listo que nos había traído hasta Ayllón.

-Mírame- gritó a escasos centímetros de la cara de Cornelius.
-Hay que moverse y vamos a hacerlo ahora así que te necesito bien despierto.- Plaf, otra bofetada con el revés para asegurarse, el muy cabrón disfrutaba con su trabajo eso no se podía negar. Pero todos comenten el mismo error una y otra vez. Se confían, avanzan su posición y bajan la guardia, solo durante un segundo, o menos, suficiente para Cornelius, al menos para ese ser en el que se estaba convirtiendo.

La tercera bofetada no alcanzo su objetivo. En lugar de eso uno de los dedos de GP acabó entre sus dientes.

-Ahhh, el muy cabrón me ha arrancado un dedo. Voy a matarlo, voy a…

Tres disparos fueron suficientes para acabar con su dolor y zanjar el tema del dedo sin armar más escándalo. Aún no habían abandonado el pueblo y había demasiados zombies en los alrededores como para llamar su atención más de lo necesario.

Pablo sabía cerrar este tipo de problemas de manera expeditiva.


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Survival Zombie: GP cuatro dedos
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Aven

Historiador y Aventurero de día, Mago y Guerrero de noche siempre me ha gustado combinar la afilada hoja de mi espada con una bola de fuego o una tormenta de rayos.
Son... argumentos contundentes.

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