Luce un sol de otoño, pequeñas columnas de humo impregnan el aire de un olor característico, los árboles cambian de color y se respira una tranquilidad propia de esta época del año. Apetece salir a dar un paseo y Aviá parece un lugar seguro, lo mejor que pueden ofrecernos en WRG, unas instalaciones libres de zombies.
Las noticias de los últimos meses no son muy esperanzadoras, brotes de virus y gente infectada en la capital del país que se extienden rápidamente a otras poblaciones, alarma en Poblete, una localidad cercana donde se han detectado nuevos casos. Se habla de un inhibidor que ha desarrollado un tal doctor Santa Maria y su equipo, no es tan eficaz como una vacuna pero parece que eso puede detener el avance del virus.
A los pocos minutos el doctor está muerto. Una accidental caída desde lo alto de un balcón convierte su cabeza en puré para zombies.
15:30
Llegamos a Aviá en busca del complejo del que tanto hablan otros supervivientes. Hay muchos militares patrullando el perímetro, haciendo controles de infección aleatorios a todos los que nos acercamos hacía el puesto de información de WRG. Hoy será un día especial, el mismísimo señor Montesinos estará con nosotros en la inauguración del complejo y no quieren sorpresas de última hora. Los rumores sobre gente infectada en Berga se han extendido como la pólvora y muchos de los habitantes de la zona ya no salen de sus casas. Pese a todo son cientos los supervivientes que desesperados y sin hogar han acudido a buscar refugio en este complejo. Se creen seguros bajo la protección de los militares y sus armas. Pobres ilusos.
El mensaje de la resistencia avisándonos una y otra vez de las verdaderas intenciones de La Corporación solo ofrece incertidumbre y dolor. WRG ofrece esperanza, seguridad y tranquilidad. Es muy difícil competir contra tan tentadora oferta aunque solo sea una cortina de humo y los que deciden abandonar el complejo para contar lo que realmente ocurre…bueno, en realidad nadie abandona nunca estos complejos si no es en el maletero de un seat familiar negro.
16:30
Siguen llegando supervivientes, curiosos, gente desesperada en busca de un lugar seguro. A medida que pasa el tiempo se incrementa la presión militar.
18:30
Los altercados aumentan en el punto de información. Alguien ha descubierto a varios miembros de la resistencia entre los curiosos y ha decidido entregarlos a los militares por una estúpida recompensa sin pensar en que no admiten zombies en los centros comerciales ni en las tiendas de barrio. No vivirá lo suficiente para gastar ese dinero si es que llega a cobrarlo algún día.
La tensión se puede palpar en el ambiente.
19:30
Los controles de infectados se intensifican. En pocas horas tendrá lugar la inauguración del complejo en el polideportivo del pueblo. Todos estamos invitados.
23:00
Ya estamos todos dentro. El señor Montesinos rodeado de fuertes medidas de seguridad se dirige a la población. Estamos en uno de los complejos seguros de WRG, aquí estamos todos a salvo y podremos disfrutar, siempre por un módico precio, de las comodidades y seguridad de un verdadero hogar. Los supervivientes después de horas de tensión por fin respiran tranquilos, al final hoy van a poder descansar, relajarse y darse una ducha con agua caliente.
Se oyen los primeros disparos, luego sirenas, algo está pasando fuera. El nerviosismo se palpa en el ambiente, esto es un polvorín a punto de estallar. Desde las gradas siguen insistiendo en que es un lugar seguro, que no hay nada que temer hasta que uno de los militares lo confirma. Han roto el perímetro, los zombies están dentro.
Segundos más tarde aparecen los primeros Z’s, los militares intentan contenerlos a tiros, el resto de nosotros intentamos salir de esta ratonera antes de convertirnos en el aperitivo de la noche. Al final no habrá ducha caliente ni copa de vino, vamos a tener que correr otra vez.
24:00
Nadie sabe nada. Empiezan a circular rumores sobre la resistencia, sobre militares renegados que intentan ayudar a la población. La desinformación es total. El caos se adueña de la ciudad y cientos de supervivientes corren como pollos sin cabeza de un lado a otro. Huyen de los Z’s, de las hordas de zombies, intentando sobrevivir unas horas más para saber que es lo que ha ocurrido y como salir del pueblo.
La noche avanza y todo se complica, los militares no pueden controlar la situación y se están quedando sin munición. Esto huele a bomba. Por el mismo precio eliminan a los zombies y a todos los testigos. Ya lo han hecho antes y nada les impedirá volver a hacerlo.
02:11
Más rumores. Parece que la gente de la resistencia tiene información sobre la bomba o sobre el código para desactivarla y están retenidos en la piscina. Otros están cerca del cementerio custodiados por varios militares y la población local ha visto movimiento en las afueras cerca de un pequeño lago a unos 2 kms de nuestra posición.
Estamos cerca del ayuntamiento y nos dirigimos al cementerio cuando un grupo de Z’s nos salen al paso. A lo lejos se oyen disparos, tal vez encontremos una zona segura donde descansar y recuperar fuerzas. Corred!!!
En la plaza un grupo de militares intenta contener a los zombies y proteger a los supervivientes que llegan atraídos por el ruido. Han conseguido montar una tirolina para evacuarlos a todos lejos de aquí, solo tenemos que conseguir entrar en el edificio. Si no estuvieran esos malditos zombies en la puerta.
Al fin dentro. Más militares intentan calmar a los que hemos conseguido entrar. Nos infunden coraje y valor. Solos no vamos a conseguirlo.
03:07
Cada vez hay más zombies en los alrededores, parte de mi grupo ya ha conseguido escapar y buscar un lugar seguro, es mi turno, voy a reunirme con ellos, salto…
03:08
Estoy atrapado a varios metros sobre el suelo, la cuerda de la tirolina se ha enrollado mal y no puedo avanzar. Aparece un zombie, luego otro y otro ¿donde está la zona segura que nos prometieron? Antes de que pueda darme cuenta una horda me aguarda a escasos metros debajo de mis pies. Soy su segundo desayuno, solo tienen que esperar a que madure lo suficiente, como las manzanas. Si me hubiera detenido unos pocos metros más allá ahora sería una manzana zombie. Afortunadamente no pueden llegar hasta mi…de momento.
Mi grupo espera al otro extremo pero se acerca otra horda por arriba, veo algunas caras conocidas de los que en su día fueron mis amigos y ahora solo piensan en morder y desgarrar. Los que aún siguen con vida corren. Lo último que consigo oír es «Nos vemos en el cementerio» y no se si eso me tranquiliza demasiado.
Son las 03:09 y estoy solo, rodeado de zombies y colgado como un jamón. Definitivamente he estado en situaciones mejores.
La tirolina vuelve a funcionar. Los zombies siguen ahí.
Algo llama la atención de la horda de arriba, parece que tienen comida fresca al alcance de la mano y yo aún no he madurado bastante. Aprovecho el momento para descolgarme y salir corriendo hacia el cementerio.
Cada vez hay más zombies por todas partes y llegar hasta mi destino por el camino más corto solo me conduce a varias carreras para evitar un mordisco seguro. Pero no soy el único. Solo dos compañeros han podido seguir adelante. A este lado del pueblo me reencuentro con los demás, que por lo que parece han escogido el mismo camino que yo, huir de los Z’s por donde sea.
Nos separamos.
Después de muchas vueltas conseguimos llegar de nuevo al cementerio. Dos chicas indefensas están en apuros, los militares han decidido que lo mejor es torturarlas para que cuenten todo lo que saben y luego ejecutarlas. Según dicen son parte de la resistencia. Están asustadas, hambrientas y con frío, parece que lleven horas aquí sufriendo.
Ya hemos perdido a parte del grupo pero seguimos adelante. La situación es realmente preocupante, los zombies cada vez son más agresivos y el cansancio empieza a dificultar nuestros movimientos. Las hordas nos han empujado hasta los extremos del pueblo cerca de la carretera principal pero incluso aquí, en un lugar tan apartado un grupo de Z’s buscan comida. Conseguimos despistarlos solo para comprobar que un grupo de militares quiere charlar con nosotros. No nos detenemos para comprobar si quieren ofrecernos agua o plomo y volvemos sobre nuestros pasos, atrapados entre Z’s y militares.
Conseguimos escapar y volver de nuevo al centro del pueblo. La situación no ha mejorado. Nadie sabe con certeza donde está la bomba ni si llegaremos a tiempo para desactivarla.
Más Z’s.
Huimos hacia el parque. Otra trampa mortal. Nos acercamos sin hacer ruido hasta lo que parece un grupo de supervivientes que recupera el aliento cerca de unos árboles. Ya casi podemos ver sus rostros ocultos en las sombras, estamos a solo un par de pasos… arggg, más Z’s y estos no han tenido ni que correr, les hemos llevado el desayuno a la cama. Solo quedan dos miembros del equipo con vida. Ellos son la última esperanza para desactivar la bomba. Para nosotros ya es demasiado tarde.
06:15
Ya casi no quedan supervivientes en las calles. Hordas y más hordas de zombies caminan sin rumbo esperando cruzarse con algo de comida.
06:30
La mayoría de supervivientes se dirigen al ayuntamiento. Creen que con la ayuda de los militares van a poder resistir hasta que lleguen los refuerzos. Pobres ilusos. No hay refuerzos en camino, nunca los hubo. Lo único que les epsra en esa ratonera es la muerte. Lentamente pero sin descanso cientos, tal vez miles de zombies se acercan a buscar su ración de carne fresca.
Cuando logran entrar pocos son los que siguen con vida, los menos afortunados, pero la agonia durará poco. Nadie ha conseguido desactivar la bomba.
Un día después… Reflexiones de un cadáver zombie
Siempre he pensado que la primera survival de cualquier jugador es la peor. Por muchas crónicas que leas, por muchos vídeos que veas o por más que te cuenten es una experiencia que hay que vivir y solo después de haberla vivido y repetir es cuando puedes apreciar el gran trabajo que hay detrás de cada edición.
Esta vez lo he podido comprobar en muchos de los comentarios que se pueden ver en facebook después de los eventos y en persona. Para el resto de mi grupo era su primera vez en una survival. No hay información, no sabemos que hacer, no sabemos donde ir, ¿con quién hablamos? ¿Y con quién no?… Pese a todo lo que les había contado de ediciones anteriores y a mi experiencia esto nos pasó durante la noche. Luego de repente empiezas a juntar piezas y a encontrar información y en ese momento es cuando te das cuenta que estás viviendo un verdadero apocalipsis zombie. Es algo muy difícil de explicar y que requiere reposo y meditación. Pasar por el desconcierto, la rabia, la desesperación, la euforia…creo que una survival genera sensaciones extremas, algo a lo que no estamos acostumbrados en nuestro día a día y ese algo es por lo que la gente repite y vuelve edición tras edición.
Cada edición es diferente y en esta hay que destacar el gran papel que jugaron los militares, muchos militares, quizá una de las ediciones en la que nos hemos topado con más militares hasta la fecha y es que la trama lo exigía. Un complejo de máxima seguridad invadido por zombies. No hay lugar para tanques ni maquinaria pesada, no tendría demasiado sentido, pero si para militares recorriendo las calles, persiguiendo a supervivientes y zombies por igual.
Y en eso hicieron un gran trabajo, un grupo de ellos nos persiguió hasta las afueras del pueblo gritando que nos detuviéramos. Otro grupo patrullaba las calles pidiendo pasaportes o buscando a los miembros de la resistencia, colgando carteles, en el ayuntamiento protegían a todo el que llegaba, en el cementerio torturaban a chicas indefensas, registro constantes de infectados en el checkin, por el pueblo…lo dicho, muchos militares.
Pero no todo se reducía a los militares. Los Z’s y las hordas nos dieron estopa de la buena y evitaron que pudiéramos merodear por las calles con tranquilidad. Otro punto a favor de la trama, nadie esperaría que unos pocos zombies pudieran romper el perímetro de seguridad así que tenía que haber muchos y nosotros nos topamos con la mayoría.
En cuanto a las pruebas quizá pecamos de conservadores y arriesgamos poco. Nos quedamos con ganas de encontrar más, teníamos claros algunos puntos, encontramos otros y conseguimos información vital de otros supervivientes pero no arriesgamos lo suficiente.
En resumen fue una buena survival con grandes momentos.
Me parece muy buena idea lo de las escenas sin información ninguna, solo para interactuar y pasárselo bien. Añaden diversión y confusión a partes iguales y creo que deberían potenciarse más. Eso animaría a los supervivientes y disminuiría la presión en otras escenas.
En esta ocasión la tirolina fue el momento agridulce de la noche, en conjunto fue una escena genial, la actuación del coronel Faramond increíble con cada nuevo grupo que llegaba, animando a todos los supervivientes en la cola pero fue una prueba que se saturó rápido y la espera se hacía larga. Aún así tanto la escena en la entrada al recinto como los discursos del coronel y el salto con tirolina lo merecían. Además de ser un momento perfecto para descansar, conocer a otros supervivientes e intercambiar información con ellos. Desde aquí mando un saludo a las tres chicas de Barcelona con las que coincidimos en la cola, espero que el salto con tirolina fuera bien y que hubiera pocos zombies a la llegada 🙂
Nos vemos en la siguiente supervivientes!!!
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