Cornelius Tamphels, es el encargado de investigar cada nuevo brote y su misión es descubrir porque, cuando y dónde tendrá lugar el siguiente.
Si quieres participar te recomiendo que consultes la página oficial. www.survivalzombie.es dónde encontrarás, todas las fechas y lugares de las siguientes infecciones.
Joder, otro camarero repartiendo estopa con un bate de béisbol.
Hace unos minutos este bar parecía el lugar más tranquilo del mundo. Gorka estaba explicándome su historia sobre como acabo encerrado en el complejo militar y de repente ese olor a carne podrida otra vez. Justo unos segundos antes de que volviera a abrirse la puerta del baño y el tipo barbudo apareciera tambaleándose tal como se había marchado. Fue su mirada vacía lo que lo delató, eso y el apestoso olor a carne podrida. Hacía solo 5 minutos había entrado un barbudo borracho en el baño y ahora salía un zombie borracho de 150 kilos. Desconozco si el alcohol puede afectar a un zombie pero ese no era el momento ni el lugar para averiguarlo. Gorka se levantó sobresaltado dispuesto a vender cara su vida. Otro zombie apareció por la puerta del local en busca de su merienda. El único que no parecía nervioso con la situación era el camarero que desapareció detrás de la barra con la llegada del segundo zombie. Luego un tercero, era imposible que hubieran llegado tan rápido desde el laboratorio, es más, era completamente imposible que nos hubieran seguido, llevábamos horas corriendo.
-Nos va a tocar partir unos cráneos grito Groka rompiendo la pata de una silla para usarla como estaca.- Prefiero los tacos de billar- le respondí rompiendo uno por la mitad contra la barra.
La situación no era desesperada pero si seguían entrando zombies tendríamos problemas. De repente ocurrió algo que ni Gorka ni yo esperábamos. El maldito zombie de 130 kilos gritó algo completamente incomprensible.
-Zombies que hablan, lo que nos faltaba. Y no solo eso, a pesar de sus 150 kilos y su borrachera se movía con más rapidez que los otros dos. Tuvimos que emplearnos a fondo para acabar con él. La situación se complicaba por momentos, con el golpe de gracia el barbudo cayó encima de Gorka dejándolo inmovilizado.
Zombie enano y zombie cabrón cada vez estaban más cerca de su merienda y mi taco seguía clavado entre el lóbulo occipital y el ojo izquierdo del zombie barbudo. Demasiado tarde para recuperarlo, lo mejor era conseguir uno nuevo. Lo que ocurrió a partir de ese momento fue una carrera frenética por la supervivencia.
Zombie enano se desmarca por la izquierda y se dirige a la línea de meta, zombie cabrón tropieza con una mesa que bloquea su paso. Zombie enano sigue avanzando a buen ritmo. Consigo llegar a la mesa de billar, zombie cabrón recupera el equilibro, esquiva la mesa y avanza por el flanco derecho hacia mi posición. Zombie enano sigue su carrera imparable hacia Gorka que intenta liberar sus piernas del peso de nuestra última víctima.
Zas, en toda la boca!!! Zombie cabrón eliminado de la partida. Zombie enano tropieza con los restos de la silla de Gorka pero eso no detiene su avance. Comida dicen sus ojos !!!
Bola 8 a la cabeza. Consigo su atención y se dirige hacia mi. Supongo que aunque seas zombie no debe gustarte demasiado que alguien te lance una 8 a la cabeza. Odio a estos seres, odio como huelen, odio como caminan y como se arrastran, odio como me miran con esa expresión vacía, pero sobretodo odio que intenten comerme. No soy un aperitivo. Con lo que me queda del taco me preparo para batear y zas otro directo a la mandíbula que manda parte de su cabeza rodando hasta los pies del camarero.
Se oyen sus aplausos desde la puerta de la entrada. ¿Como ha llegado hasta allí? ¿Por qué coño está aplaudiendo? ¿Acaso le parece gracioso que tres zombies le hayan destrozado el local e intentado comernos? ¿Y por qué lleva una bate de béisbol en la mano? Las dudas desaparecen cuando veo que se dirige hacia mi más rápido de lo que cabría esperar y con intención de batear mi cabeza como acabo de hacer con el último de los zombie. A decir verdad prefiero jugar contra zombies lentos y desarmados que contra camareros cabreados y con bates.
Medio taco de billar contra un bate béisbol no es una pelea justa.
Gorka por fin consigue liberarse e intenta derribarlo. Es el primero en recibir un golpe que le deja inconsciente. Sin pensarlo aprovecho para coger una de las sillas y partírsela en la espalda, ahora si que parece cabreado. Pruebo con el taco en la cabeza, parece que la cosa mejora y el tipo afloja un poco así que decido rematarlo con una patada entre pierna y pierna y un gancho a la mandíbula. Demasiado tarde para descubrir que ese tipo tiene una mandíbula dura como el acero, pero cae. Es probable que tenga algún nudillo roto pero tenemos que salir de aquí cuanto antes, la zona no es segura.
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