Magia, algo que todos hemos deseado poseer en algún momento de nuestras cortas vidas, pero…¿estás dispuesto a pagar el precio?
Hoy os hablaré del primer libro de la saga de Geralt de Rivia, El último deseo, y de Geralt, un brujo que tuvo que pagar un precio muy alto por sus nuevas habilidades.
Si tienes pensado leer el libro, cosa que deberías plantearte seriamente si aún no lo has hecho, te recomiendo que no sigas leyendo. Lo que se contará a continuación revelará los más oscuros secretos de brujos, hechiceros y otros seres que habitan más allá de la Puerta de los Cordeleros.
Estigres en la noche
Portada El último deseo. Saga Geralt de Rivia
Geralt de Rivia es un tipo corriente que intenta ganarse la vida como brujo matando todo tipo de bichos, monstruos y toda clase de criaturas como basiliscos, dragones, utopes, bobolacos… y un largo etcétera que nos llevaría demasiado tiempo relatar aquí y ahora.
El caso es que Geralt, más conocido como el brujo de pelo blanco, por la evidente razón de tener el pelo blanco, resulta herido en una escaramuza con la estigre que vive en los sótanos del castillo de Wyzima.
Con el uso de un buen cebo, el noble Ostrit en persona, nuestro brujo consigue romper el hechizo y devolver su apariencia normal a la princesa; desmontar una conspiración para acabar con el reinado de Foltest y cobrar una suculenta recompensa por todo el trabajo, y todo eso en una sola noche. Pero la herida parece grave y acude al santuario de Melitele a recuperarse.
Una vez allí, y bajo los atentos cuidados de la sacerdotisa Nenneke, Geralt empieza a recordar viejas aventuras en las que estuvo involucrado en el pasado.
El brujo nos habla de su encuentro con Nivellen, un pobre hombre convertido en bestia que permanece encerrado en su castillo intentando romper un antiguo hechizo con la compañía de algunas bellas doncellas que compra a los mercaderes de la zona. Al parecer eso no tiene el efecto deseado ya que ninguna de las mencionadas doncellas siente amor verdadero por ese extraño ser, nadie salvo una lamia, que antes de morir a manos de Geralt le da un último beso de sangre a su amor y rompe el hechizo.
El carnicero de Blaviken
Su siguiente destino, Blaviken, es el lugar en el que se ganó el apodo de El Carnicero de Blaviken. Geralt, acude a la ciudad con la única intención de cobrar la recompensa por una kikimora pero las cosas se complican cuando el alcalde decide no pagar.
El brujo tiene que acudir a Stregobor, un hechicero al que Renfri y sus mercenarios quieren asesinar por unos asuntillos sin importancia del pasado y sin previo aviso se encuentra en medio de todo el fregado. Renfri lo seduce y lo engaña a partes iguales pero no consigue capturar al mago. Geralt, creyendo que los mercenarios acabarán con toda la población de Blaviken, decide tomar la iniciativa y matarlos primero. La misma suerte corre Renfri que acaba atravesada por una de las espadas del brujo.
La gente horrorizada por la carnicería decide que lo mejor es apedrear al brujo que acaba de salvarles de una muerte horrible. Caldemeyn, el alcalde, consigue calmar los ánimos lo suficiente para sugerirle a Geralt que no vuelva a poner los pies nunca en Blaviken o él personalmente se encargará de que sea la última vez que lo haga.
Una visita inesperada
Entre tanto un par de caballeros de la Orden de la Rosa Blanca, Falwick y Tailles, deciden hacer una visita de cortesía a Geralt. Se presentan en el santuario y sin mediar palabra exigen que lo abandone. Geralt tienen intención de marcharse pero no todavía. Nenneke le ofrece alojamiento y comida gratis el tiempo necesario y Tailles viendo que la partida del brujo se alarga más de lo deseado decide que lo más sensato es desafiar en un duelo a Geralt de Rivia.
La intervención de Falwick le evita una muerte prematura al noble y abandonan el santuario por su propio pie, aunque ligeramente cabreados por la negativa del brujo a abandonar las tierras del conde.
Este desafortunado accidente no impide al brujo seguir contando sus batallitas a pequeños y mayores.
Entre ellas narrará la de su encuentro con Pavetta, la princesa de Cintra y Erizo de Erlenwald, su amante secreto, al que con sus actos logra salvar de una terrible maldición que de noche lo convierte en un ser horrible. Sir Erizo, en eterna gratitud por haberle salvado la vida y otros muchos actos que tuvieron lugar durante la noche, le ofrece como recompensa lo que pida. Geralt, más listo que el hambre, le pide aquello que posee pero de lo que aún no sabe. Algo que tendrá sus repercusiones en el futuro.
De como el bardo consiguió un magnífico laud
Geralt y Jaskier se dirigen a los confines del mundo donde esperan encontrar más monstruos a los que derrotar y que alguien les pague por sus servicios. Nada más llegar los lugareños les hablan de Torque, un diablo que se dedica a robar semillas y comida de los pobres y desvalidos aldeanos para entregársela a Galarr y su banda de ladrones elfos.
Geralt y Jaskier por un desafortunado giro del destino son capturados y apaleados por la banda de los elfos que se disponen a darles pasaporte con carácter de urgencia. Torque se opone a este trágico final aunque poco les importa a esos elfos empeñados en restaurar en el valle el antiguo orden que se desvaneció con la colonización de los humanos. Afortunadamente para nuestros amigos y para la saga, Lille llega en el momento oportuno para evitar que Geralt y Jaskier sean asesinados por los elfos cabreados.
Pide un deseo
Su otro encuentro es una mezcla de amor y odio y un genio encerrado en un ánfora. Un día cualquiera, una mañana cualquiera, hay que comer. Geralt y Jaskier deciden que salir a pescar es lo mejor para completar su dieta con un poco de omega3.
Sus problemas se multiplican cuando del agua sacan un ánfora con un genio encerrado. No está claro el tiempo que lleva el genio allí metido pero es algo que no le hacía ni puta gracia, así que al verse libre ataca a Jaskier que resulta herido de gravedad. Y ese es el menor de los problemas de Geralt. Como buen amigo decide salvarle la vida al trovador y se dirige a la ciudad de Rinde donde espera encontrar algún hechicero que pueda curarlo.
Allí conoce a Yennefer, una hechicera con ambiciones que pretende capturar al genio y someterlo a su voluntad para aumentar su poder. Cura a Jaskier y utiliza a Geralt para vengarse del concejal Laurnariz mientras invoca al genio para capturarlo. Pero los acontecimientos no resultan como esperaba. El genio es demasiado poderoso y Jaskier no es el poseedor del último deseo sino Geralt.
Al final los dos se salvan de la ira del genio y acaban haciendo el amor entre los restos humeantes de la casa de Errdil mientras el resto de sus amigos y compañeros se preguntan si siguen con vida.
La ruta de los mercaderes
Geralt sabe que ha llegado el momento de partir. Junto con Jaskier, su fiel amigo, poeta y trovador, deciden abandonar las tierras de Ellander en busca de nuevas aventuras. Falwick y Tailles, no contentos con el desenlace de su primer encuentro en el santuario, deciden arriesgar de nuevo sus vidas, esta vez acompañados por un ejército. Las opciones del brujo son escasas. Si decide no enfrentarse en un duelo contra el presuntuoso noble será colgado. Si decide luchar pero se atreve a tocar a su oponente le espera una sesión gratuita de tortura en la rueda. Con este panorama decide que la mejor opción disponible es arrearle al indeseable ese con su propia arma y asunto zanjado.