Sep 172014
 
 17 septiembre, 2014  Publicado por a las 11:11 El Pozo de los Recuerdos Tagged with:  Sin comentarios »

Frases El último Deseo de Andrzej Sapkowskil brujo ha llegado a Blaviken y como en tantos otros lugares, gatos y niños son los primeros en salir a recibirle…o era en salir corriendo. Bueno en cualquier caso Geralt es un tipo que despierta sentimientos encontrados para bien o para mal.

Mientras decides en que lado estás tu aquí tienes una recopilación de la mejores frases de El Último Deseo de la saga Geralt de Rivia.

  • La más estigre de las estigres…
  • El miedo, como un viento helado,cubría cara, soldaba miembros, cegaba las gargantas.
  • ¿Por qué los zapateros son tan tontos Geralt?
  • El brujo clavó sus penetrantes ojos en el rey. No asintió, no movió la cabeza, no efectuó el más mínimo gesto. Pero Faltest lo vio. Supo la respuesta.
  • El mal es el mal Stregobor.Menor, mayor, mediano, es igual, las proporciones son convenidas y las fronteras difusas.
  • Al que aquí en Arcomare quiera vengar alguna ofensa con el yerro, se le toma por un vulgar asesino.
  • Quién sabe brujo, quién sabe. Existen argumentos que no se pueden refutar, existen proposiciones que no se pueden rechazar.
  • Hay cientos, miles de métodos a los que los reyes se aferran para vengar su orgullo herido.
  • Comprendí que el orgullo y la arrogancia, aunque son una defensa para ser diferente, son una lamentable defensa.
  • Naces una vez y una vez te mueres. Una buena filosofía para las pulgas ¿verdad?
  • Cabalgarán hacia el valle florecido al encuentro de la muerte, anhelando morir con dignidad.
  • ¿No puedo ahorraros problemas? Me tiraré de cabeza contra un tronco de pino y yo mismo me dejaré inconsciente ¿os satisface?
  • No me gustan las grandes palabras -dijo- y sin usar grandes palabras no se lo puede describir.

Fuentes
El último deseo Autor: Andrzej Sapkowski Editorial:Alamut
Sep 152014
 

Magia, algo que todos hemos deseado poseer en algún momento de nuestras cortas vidas, pero…¿estás dispuesto a pagar el precio?

Hoy os hablaré del primer libro de la saga de Geralt de Rivia, El último deseo, y de Geralt, un brujo que tuvo que pagar un precio muy alto por sus nuevas habilidades.

Si tienes pensado leer el libro, cosa que deberías plantearte seriamente si aún no lo has hecho, te recomiendo que no sigas leyendo. Lo que se contará a continuación revelará los más oscuros secretos de brujos, hechiceros y otros seres que habitan más allá de la Puerta de los Cordeleros.

Estigres en la noche

Saga Geralt de Rivia - El último deseo

Portada El último deseo. Saga Geralt de Rivia

Geralt de Rivia es un tipo corriente que intenta ganarse la vida como brujo matando todo tipo de bichos, monstruos y toda clase de criaturas como basiliscos, dragones, utopes, bobolacos… y un largo etcétera que nos llevaría demasiado tiempo relatar aquí y ahora.

El caso es que Geralt, más conocido como el brujo de pelo blanco, por la evidente razón de tener el pelo blanco, resulta herido en una escaramuza con la estigre que vive en los sótanos del castillo de Wyzima.

Con el uso de un buen cebo, el noble Ostrit en persona, nuestro brujo consigue romper el hechizo y devolver su apariencia normal a la princesa; desmontar una conspiración para acabar con el reinado de Foltest y cobrar una suculenta recompensa por todo el trabajo, y todo eso en una sola noche. Pero la herida parece grave y acude al santuario de Melitele a recuperarse.

Una vez allí, y bajo los atentos cuidados de la sacerdotisa Nenneke, Geralt empieza a recordar viejas aventuras en las que estuvo involucrado en el pasado.

El brujo nos habla de su encuentro con Nivellen, un pobre hombre convertido en bestia que permanece encerrado en su castillo intentando romper un antiguo hechizo con la compañía de algunas bellas doncellas que compra a los mercaderes de la zona. Al parecer eso no tiene el efecto deseado ya que ninguna de las mencionadas doncellas siente amor verdadero por ese extraño ser, nadie salvo una lamia, que antes de morir a manos de Geralt le da un último beso de sangre a su amor y  rompe el hechizo.

El carnicero de Blaviken

Su siguiente destino, Blaviken, es el lugar en el que se ganó el apodo de El Carnicero de Blaviken. Geralt, acude a la ciudad con la única intención de cobrar la recompensa por una kikimora pero las cosas se complican cuando el alcalde decide no pagar.

El brujo tiene que acudir a Stregobor, un hechicero al que Renfri y sus mercenarios quieren asesinar por unos asuntillos sin importancia del pasado y sin previo aviso se encuentra en medio de todo el fregado. Renfri lo seduce y lo engaña a partes iguales pero no consigue capturar al mago. Geralt, creyendo que los mercenarios acabarán con toda la población de Blaviken, decide tomar la iniciativa y matarlos primero. La misma suerte corre Renfri que acaba atravesada por una de las espadas del brujo.

La gente horrorizada por la carnicería decide que lo mejor es apedrear al brujo que acaba de salvarles de una muerte horrible. Caldemeyn, el alcalde, consigue calmar los ánimos lo suficiente para sugerirle a Geralt que no vuelva a poner los pies nunca en Blaviken o él personalmente se encargará de que sea la última vez que lo haga.

Una visita inesperada

Entre tanto un par de caballeros de la Orden de la Rosa Blanca, Falwick y Tailles, deciden hacer una visita de cortesía a Geralt. Se presentan en el santuario y sin mediar palabra exigen que lo abandone. Geralt tienen intención de marcharse pero no todavía. Nenneke le ofrece alojamiento y comida gratis el tiempo necesario y Tailles viendo que la partida del brujo se alarga más de lo deseado decide que lo más sensato es desafiar en un duelo a Geralt de Rivia.

La intervención de Falwick le evita una muerte prematura al noble y abandonan el santuario por su propio pie, aunque ligeramente cabreados por la negativa del brujo a abandonar las tierras del conde.

Este desafortunado accidente no impide al brujo seguir contando sus batallitas a pequeños y mayores.

Entre ellas narrará la de su encuentro con Pavetta, la princesa de Cintra y Erizo de Erlenwald, su amante secreto, al que con sus actos logra salvar de una terrible maldición que de noche lo convierte en un ser horrible. Sir Erizo, en eterna gratitud por haberle salvado la vida y otros muchos actos que tuvieron lugar durante la noche, le ofrece como recompensa lo que pida. Geralt, más listo que el hambre, le pide aquello que posee pero de lo que aún no sabe. Algo que tendrá sus repercusiones en el futuro.

De como el bardo consiguió un magnífico laud

Geralt y Jaskier se dirigen a los confines del mundo donde esperan encontrar más monstruos a los que derrotar y que alguien les pague por sus servicios. Nada más llegar los lugareños les hablan de Torque, un diablo que se dedica a robar semillas y comida de los pobres y desvalidos aldeanos para entregársela a Galarr y su banda de ladrones elfos.

Geralt y Jaskier por un desafortunado giro del destino son capturados y apaleados por la banda de los elfos que se disponen a darles pasaporte con carácter de urgencia. Torque se opone a este trágico final aunque poco les importa a esos elfos empeñados en restaurar en el valle el antiguo orden que se desvaneció con la colonización de los humanos. Afortunadamente para nuestros amigos y para la saga, Lille llega en el momento oportuno para evitar que Geralt y Jaskier sean asesinados por los elfos cabreados.

Pide un deseo

Su otro encuentro es una mezcla de amor y odio y un genio encerrado en un ánfora. Un día cualquiera, una mañana cualquiera, hay que comer. Geralt y Jaskier deciden que salir a pescar es lo mejor para completar su dieta con un poco de omega3.

Sus problemas se multiplican cuando del agua sacan un ánfora con un genio encerrado. No está claro el tiempo que lleva el genio allí metido pero es algo que no le hacía ni puta gracia, así que al verse libre ataca a Jaskier que resulta herido de gravedad. Y ese es el menor de los problemas de Geralt. Como buen amigo decide salvarle la vida al trovador y se dirige a la ciudad de Rinde donde espera encontrar  algún hechicero que pueda curarlo.

Allí conoce a Yennefer, una hechicera con ambiciones que pretende capturar al genio y someterlo a su voluntad para aumentar su poder. Cura a Jaskier y utiliza a Geralt para vengarse del concejal Laurnariz mientras invoca al genio para capturarlo. Pero los acontecimientos no resultan como esperaba. El genio es demasiado poderoso y Jaskier no es el poseedor del último deseo sino Geralt.

Al final los dos se salvan de la ira del genio y acaban haciendo el amor entre los restos humeantes de la casa de Errdil mientras el resto de sus amigos y compañeros se preguntan si siguen con vida.

La ruta de los mercaderes

Geralt sabe que ha llegado el momento de partir. Junto con Jaskier, su fiel amigo, poeta y trovador, deciden abandonar las tierras de Ellander en busca de nuevas aventuras. Falwick y Tailles, no contentos con el desenlace de su primer encuentro en el santuario, deciden arriesgar de nuevo sus vidas, esta vez acompañados por un ejército. Las opciones del brujo son escasas. Si decide no enfrentarse en un duelo contra el presuntuoso noble será colgado. Si decide luchar pero se atreve a tocar a su oponente le espera una sesión gratuita de tortura en la rueda. Con este panorama decide que la mejor opción disponible es arrearle al indeseable ese con su propia arma y asunto zanjado.


Fuentes
El último deseo Autor: Andrzej Sapkowski Editorial:Alamut
Feb 122014
 
 12 febrero, 2014  Publicado por a las 11:11 Tagged with: , ,  Sin comentarios »

Klaus estaba muy nervioso, no había pegado ojo en toda la noche pensando en lo que le había dicho su maestro el día anterior: su magia estaba averiada y necesitaba una reparación urgente.

El aprendiz no sabía a qué se refería con eso, aunque sospechaba que tenía relación con la última práctica, en la que debía conseguir hacer crecer una calabaza usando tres hechizos básicos. Era un ejercicio sencillo para su nivel, sin embargo, el conjuro le falló y en lugar de salir la lluvia fertilizante se formó un pequeño tornado que provocó las burlas de sus compañeros.

Esto fue lo más vergonzoso para él.

Klaus era uno de los aprendices más veteranos; tenía veinticuatro años y este era su tercer año en segundo, lo cual significaba que era capaz de dominar la magia esencial. Pero algo había salido mal.

—Vamos, ¿estás preparado? —quiso saber su maestro cuando fue a buscarle a su habitación.
—Supongo que sí—contestó Klaus encogiendo los hombros.
—Tranquilo, iremos a ver a unos viejos amigos. Son expertos en averías.
—Eso no ayuda—resopló el aprendiz.

Maestre Morgan soltó una sonora carcajada. Era diez años mayor que él y se trataba de un hechicero experimentado en las disciplinas acuática y terrestre, además de ser respetado en el Círculo Mágico.Klaus le admiraba y le envidiaba a partes iguales y se arrepentía cada día de su vida de no haber sentido interés por la magia antes.
Tienda de Magia
Los dos hechiceros se dirigieron hacia Luna Creciente, la ciudad más poblada del Este, montados en sus respectivos corceles. Klaus solo la había visitado una vez en su vida y lo único que recordaba de ella era lo ruidosa que le resultó. Circular por la calle principal era desesperante: cientos de personas deseaban llegar a cualquier parte cuanto antes sin preocuparse por la integridad física del prójimo.

Ambos se desviaron por un callejón repleto de comercios dedicados en su mayoría a la venta de artilugios para hechiceros: vendían desde túnicas hasta los más sofisticados instrumentos de medición astronómica.

— ¿Esto ha estado aquí siempre?—inquirió el aprendiz.
—Sí, pero no todos los mercaderes abren a diario. Algunos lo hacen solo una vez al mes y hoy es ese día. Tenemos que aprovechar—aseguró Maestre Morgan.
— ¿Te refieres a los que me repararán?
—Sí, a esos. Ya verás, te gustarán—contestó el Maestre.

Klaus no le tenía tan claro.

Dejaron las monturas en la puerta del establecimiento y se dispusieron a entrar.
Por fuera tenía un aspecto semejante al resto, sin embargo no tenía un cartel donde se anunciara su nombre, pero sí uno que indicaba el horario de apertura:“Atendemos personalmente cada día de luna creciente, pueden dejar sus encargos en el buzón. Atentamente: La Empresa”

El aprendiz se asomó para ver el casillero del cual hablaba el letrero, estaba rebosante de pergaminos escritos en idioma común.

Maestre Morgan iba delante.

—Adelante, pasen. Los Maestres les atenderán en unos momentos—les recibió una enana sonriendo.
—De acuerdo—contestó Morgan.

Ambos se sentaron en la sala de espera; había cuatro personas más delante de ellos, todos ellos eran hechiceros con un problema similar al suyo, tres de ellos eran humanos y uno un elfo urbano.

Tardaron una hora en pasar, pero valió la pena. Cuando la puerta de la consulta se abrió, apareció un enano tosco:

—Venga, no tenemos todo el día—refunfuñó.
— ¿Es que no vas a saludar a un amigo?—se quejó Morgan.
El enano le miró con suspicacia.
— ¡Ah! ¡Maestre Morgan! Cuanto tiempo sin verte por aquí—replicó unos instantes más tarde. ¿Quién es tu joven aprendiz?—quiso saber.
El hechicero lo presentó.
—Ya veo.Supongo que tiene algún problema que necesita solución y, como no conoces a nadie más, recurres a los mejores—señaló el enano.
—Eso mismo—afirmó Morgan.
—Por cierto, yo soy Onni y este es mi hermano Ari—dijo el enano presentando también a su socio: un elfo silvestre.
Klaus se asombró al descubrir a dos miembros de razas tan distintas trabajando juntos y que además que fuesen hermanos.
—Un placer.Veo que me has traído a un aprendiz de tierra, agua y aire—aseguró el elfo mientras observaba a Klaus.
— ¿Tienes que hacer eso siempre?—se quejó el Maestre.
—Hago mi trabajo—dijo Ari sin cambiar su expresión.
—Entonces, tenemos una complicación—suspiró Morgan.
—¿Qué, cómo? Pero dominar más elementos es algo bueno ¿no?—intervino Klaus confundido.
—Es bueno para ti, pero me temo que yo no te podré ayudar en todas las disciplinas—explicó el Maestre.
—Eso no me gusta—dijo el aprendiz.
—No, claro que no—prosiguió Morgan.
—Además de buscarte otro Maestre, vas a necesitar un canalizador.Tu magia está desestabilizada: el elemento eólico ha aparecido de manera repentina y puede amenazar el terrestre, el acuático es su aliado y juntos lucharán por suprimirlo—diagnosticó observando sus pupilas.
— ¿Tendré que llevar un bastón?—inquirió Klaus.
—Es posible.Los bastones canalizan muy bien la tierra.Aunque tal vez necesites un objeto menos contundente para tu complexión—indicó el elfo.
— ¿Una varita?—preguntó el aprendiz.
—Exacto, además creo que tengo lo que necesitas. No tendrás que esperar mucho. Enseguida vuelvo—indicó Ari mientras se dirigía al almacén.

Klaus y su Maestre no se movieron del sitio.Onni también seguía en el mismo lugar por si tenía que intervenir en algún momento, pero no fue necesario.

—Aquí tienes tu varita—aseguró el elfo mostrando al aprendiz su nueva herramienta de trabajo. Era una rama tallada de olmo que medía unas diez pulgadas, estrecha, con diminutas caracolas marinas incrustadas en ella y muy ligera.
—Está hueca, su interior guarda una pluma de halcón—señaló Ari.
—Vaya—añadió Klaus sorprendido.
—Ahora tendrás que aprender a usarla—dijo Morgan.
—Tiene una garantía de cien años, pero si se descarga la puedes traer y te la recargo.
—Las recargas no tienen costes. El precio del canalizador son 100 monedas de oro—agregó el enano.
—Eso es mucho dinero—se quejó Morgan.
—Es lo que vale, claro que también puedes a ir a uno de esos que los hacen por solo 10—replicó Onni sonriendo.
—Sabes que no lo haré—el hechicero depositó un saquito de monedas en las manos del enano. Este las peso y comprobó su autenticidad.
—Todo correcto—dijo, al fin.
—Esperamos verte más por aquí—añadió el elfo—. Mi hermano está encantado cuando llega este momento.
—Qué poco espíritu enano tienes—gruñó Onni.
El elfo se encogió de hombros.

Un mes más tarde Klaus consiguió dominar su magia, gracias a su canalizador y su nuevo Maestre de apoyo; aunque también tenía más trabajos por hacer y menos horas de descanso. Ser un hechicero multidisciplinar era muy duro.

Emma F.M

Foto Emma F.MLa puedes encontrar bailando con los elfos del bosque, cantando nanas a los vampiros o tomando el té con el Doctor. Escribe porque tiene demasiadas ideas en la cabeza que desea compartir con los demás. Su escritor favorito es Neil Gaiman.
Puedes encontrarla en Fairy Ring, Facebook o Twitter

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Ene 172014
 
 17 enero, 2014  Publicado por a las 11:11 Tagged with: ,  3 comentarios »

A largo de mi vida he leído muchos libros de fantasía épica en los que la magia era una parte esencial de su estructura, pero jamás me había dado cuenta, hasta el día que conversando con una amiga mía (Jara), me dijo que una de las características clásicas, y que se repetía siempre en los libros de fantasía, es que la magia estaba “desapareciendo del mundo”. Del mundo en el que te zambullías cuando cogías una de estas novelas. Jamás me había dado cuenta o me había parado a pensar en ello. Algo obvio para muchos, pero en lo que no caes.
Los sucesos mágicos tan sólo ocurren en raras ocasiones en estos mundos, y a menudo se mezclan o confunden con los fenómenos naturales. Una de las principales razones para el uso sutil y secreto de la magia, y los sortilegios, es la presencia de otros entes que por lo general son tan poderosos que intentan aglutinar todo el poder que pueden, mientras que otros se tienen que conformar con dominar una pequeña parte de la magia para no exponerse a la ira de este ser. Otras razones pueden ser por las supercherías de pueblos, o gentes, que ven la magia como algo demoniaco y a lo que hay que temer, tan sólo por la ignorancia o el temor a lo desconocido. Incluso a algunos les preocupa alterar el orden de las cosas, y con ello, intervenir en el devenir del mundo. En cualquier caso, la magia siempre aparece de manera sutil, pero con un gran impacto dentro de las historias de fantasía.
La magia para mí, siempre había sido un ente que sólo dominaban los grandes magos. Algo que se controlaba de una manera incomprensible tanto en lo terrenal, como en lo espiritual o lo intelectual, pero sin llegar a acotarlo o medirlo.
Para algunos autores, por ejemplo, la magia la divide en dos artes, la esencia y la canalización, en el que cada una se refiere a una fuente de poder distinta que se necesita para realizar un sortilegio.
Proyecto Golem: Magia
La esencia utiliza el poder que reside en todo y en todos, tiene su origen en la fuerza que creó el mundo y el orden de las cosas. El que domine este arte contacta con ese poder, lo moldea y lo dirige a sus sortilegios. La mayor parte se refiere a las fuerzas elementales, el fuego, el agua, el viento… Cuanto más material inerte lleve la persona que esté realizando el sortilegio más difícil le resultará manipular la esencia. Esto da como resultado hechiceros muy poderosos pero físicamente débiles, que procuran no utilizar demasiado la magia para no agotarse.
En la canalización, se utiliza el poder de los dioses canalizado a través de la persona que realiza el sortilegio. El poder se obtiene directamente de uno o más dioses, aunque ello no requiera “normalmente” la cooperación consciente del dios en cuestión. De esta manera, los sortilegios de este dominio no reflejan necesariamente la naturaleza del dios, siempre y cuando los sortilegios sean relativamente sutiles. Cuando el poder necesario para llevar a cabo la magia necesita de un poder superior, normalmente se necesita el consentimiento del dios mediante una oración o una plegaria, en la que el mago tiene que tener una fe fuerte y un alma pura para poder ejecutar el sortilegio. Normalmente son grandes sacerdotes que dedican toda su vida a la veneración de la deidad de la que toman ese poder.
Para otros autores la magia se centra en magos, que se organizan en casas. Suelen ser seres con dotes extraordinarias que han sido instruidos desde la infancia en artes mágicas, y que pasan la mayor parte de su vida encerrados y aprendiendo incansablemente para poder ampliar sus conocimientos. Son los magos por definición y suelen estar regulados o controlados por una orden que se encarga de regular las actividades mágicas. Suelen evitar el contacto con la sociedad mundana y tienen unos prefectos férreos que siguen a rajatabla.
Las casas o linajes mágicos dominan una parte de la magia, que se compone de varios artes o dominios mágicos divididos en dos grupos: La técnica y la forma. Las técnicas se refieren a la acción que se lleva a cabo con el hechizo:

  • Creo es la técnica que permite al mago crear desde la nada o intensificar las cualidades positivas de algo para hacerlo más perfecto. Esto incluye la curación, ya que los cuerpos sanos son más perfectos que los enfermos o heridos.
  • Intellego permite al mago percibir y comprender.
  • Muto permite al mago transformar las características básicas de algo, atribuyéndole en ocasiones capacidades que no le son propias.
  • Perdo permite al mago destruir, deteriorar o envejecer algo, haciéndolo más imperfecto.
  • Rego permite al mago controlar o manipular algo sin afectar a sus características básicas.

Las formas se refieren a la materia sobre la que recae la acción:

  • Animal se emplea para los animales.
  • Auram se usa para todo lo que tenga que ver con el aire, incluyendo el relámpago.
  • Aquam se emplea tanto para el agua como para cualquier otro líquido.
  • Corpus (o Corporem) se emplea para el cuerpo humano.
  • Herbam se usa para las plantas y los hongos, así como para sus derivados: algodón, madera, harina, etc.
  • Ignem se utiliza para el fuego y sus efectos básicos como la luz y el calor.
  • Imaginem se refiere a las imágenes, sonidos y otros sentidos.
  • Mentem tiene que ver con la inteligencia y la mente, ya se trate de humanos o fantasmas.
  • Terram se emplea para la tierra y los minerales, o cualquier otro sólido no viviente.
  • Vim está relacionado con la magia pura. Muchos hechizos para controlar demonios y otros seres sobrenaturales también pertenecen a esta forma, ya que estos seres suelen tener una dimensión mágica.

Todo esto no son más formas de entender la magia cuando se pretende leer un libro de fantasía. La magia siempre suele ser un ente difuso y a veces incomprensible, que si se le intenta dar un valor y una explicación, puede abrir la imaginación y comprenderla, al fin, dentro de los libros de fantasía.

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Dic 272013
 

La magia es uno de los componentes principales de la Fantasía. Así como el contexto medieval parece casi obligatorio, introducir el elemento de la magia nos amplía el rango del mundo en el que nos desenvolvemos. En mi caso tengo dos referentes muy claros: Tolkien y R.E. Howard. El empleo de la magia en la Tierra Media se realizaba de manera muy sutil, casi imperceptible. Eran continuas las referencias a los sortilegios élficos, a las palabras cargadas de poder inscritas en runas, e incluso toda la acción de El Señor de los Anillos gira alrededor de un anillo mágico. Pero Tolkien fue capaz de darle un viso de normalidad, algo que no se sale de lo común pero que se ve de manera muy frecuente. Así, Gandalf evita constantemente el uso de sus poderes, y podemos observar la presencia de la magia circunscrita a entornos proclives para ello, como puede ser el bosque de Lorien, Rivendel y otros lugares. Me gusta el toque furtivo que le proporcionaba.
Torre hechizada
R.E. Howard utilizaba la presencia de la magia para algo más común: invocar demonios y seres de otros mundos, proteger torres vinculándoles estos seres y otras hechicerías, conjuros que provocan la pérdida de la razón, que seducen… es una magia más oscura, magia negra en la mayoría de los casos, utilizada por hechiceros y brujos en tenebrosos estudios plagados de grimorios y pergaminos escritos en lenguas olvidadas. Me encanta el halo de maldad que le reviste a la trama el uso de esta hechicería.
Ahora bien, si en la Europa Medieval queremos introducir magia, lo llevamos complicado. El uso de la magia y de las pociones mágicas era muy extendido, pero aquellas que surtían efecto eran perseguidas por la Iglesia y por los señores feudales. Emplear la magia era muy arriesgado, penado con la muerte en el peor de los casos. Pero se puede introducir magia en este contexto, sobre todo si aplicamos los dos casos descritos anteriormente: aísla esta magia del mundo mortal, dale un toque de normalidad que le proporcione la oportunidad de pasar desapercibido, añade los toques de hechicería negra que permitan invocar a demonios y lanzar sortilegios oscuros, y tendrás un efecto muy potente en tu historia. Se trata de evitar al típico mago que camina por la Europa Medieval lanzando bolas de fuego, volando a voluntad y moviendo objetos con la mente. Este mago seguramente acabaría en la hoguera muy pronto si no fuese capaz de ocultar sus poderes a los mortales. Tiene que ser un personaje potente y poderoso, pero que no precise realizar magia constantemente porque sería delatado y perseguido. Imaginad la situación de Bilbo si los enanos descubriesen que en verdad tenía un anillo mágico que le hacía desaparecer… se lo arrebatarían al momento y le defenestrarían. O situad a Gandalf en la corte de Castilla del siglo XIII: terminaría en la hoguera sin necesitar apenas que hiciese algún juego de luces. Todo esto le proporciona a la historia potencia y emoción, de manera que el personaje deba emplear los poderes mágicos disimulándolos ante los ojos de los mortales.
Si quieres emplear magia en tu historia de fantasía, no abuses de ella. Haz que sea como la sal en una comida: le proporciona sabor y sustento a la comida, pero si se te va la mano corres el riesgo de arruinar el plato. Dale un toque sutil, casi como de pasada, y empléala en el momento justo, sin grandes alardes pero con el efecto deseado. Disfruta de la magia, pero con moderación…

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