May 062015
 
 6 mayo, 2015  Publicado por a las 11:11 Tagged with: ,  Sin comentarios »

Las explosiones fueron lo primero que oyeron al despertar. Eso y la voz de alguien que gritaba.

-Ellos tienen armas pero yo tengo a mis hijitos. Id a por ellos, id a por ellos.

Todo estaba oscuro en la parte trasera de ese camión y ninguno de los que estaban allí tenía la más remota idea de como habían acabado atados en ese lugar.

El viejo conserje fue el primero en hablar.

-Chico, si tu, el que tiene cara de tonto. Anda acércate y coge la navaja de mi bolsillo. Tenemos que salir de aquí antes de que esos tipos vuelvan. No pienso quedarme para averiguar cuales son sus intenciones.

Zoilo se acercó sin preguntar. Tampoco tenía intención de quedarse más rato del estrictamente necesario. Parecía que fuera alguien se divertía con los explosivos.

Al poco rato cientos, miles de personas, aparecieron por el camino principal corriendo como si el mismísimo diablo les estuviera persiguiendo.

Al fin habían conseguido desatarse pero la noche no había hecho más que empezar.
Survival Zombie - Santander
Los rumores no dejaban lugar a dudas, un conde había decidido soltar varios engendros modificados genéticamente por las calles de la ciudad. ¿O eran los militares los que habían atacado primero el palacio? En cualquier caso había que encontrar una vía de escape y rápido. La infección se propagaba con rapidez. Tal y como había dicho el doctor Zapato. Lo mismo que había ocurrido en Cabanillas días antes y si la información que tenían era cierta lo mismo que ocurriría hasta que La Corporación consiguiera tomar el control absoluto.

-Oye perdona, ¿donde estamos?
-Santander, ¿es que acabas de venir de un viaje en el futuro? Santander, 25 de abril de 2015 y te recomiendo que corras si aprecias tu vida.

Bueno, no todo era tan malo, no habían viajado en el tiempo y ya sabían en que ciudad estaban. No demasiado lejos del Centro de Investigación, o de lo que quedara de él.

Las rutas de escape no eran demasiado tentadoras. Hacia el oeste por el paseo marítimo o hacia el norte, hacia el deshabitado parque de las LLamas.

Esa parecía la mejor opción para escapar. Espacios amplios, lugares dónde ocultarse….

Si, no había duda irían hacia el norte.

Mi experiencia

En esta ocasión los chicos de WRG han decidido hacernos sudar de lo lindo en una Survival donde había que enfrentarse a una zona de juego de algo más de 10 quilómetros cuadrados.

Pero vayamos paso a paso.

Para ponernos en ambiente el conde Posado de San Juan nos invita a las I jornadas de manipulación genética en el palacio de la Magdalena, un espacio inigualable para la presentación del evento. Todo parece que marcha según lo previsto hasta que durante el discurso de inauguración los militares atacan el palacio, el conde se cabrea y manda cientos de zombies a invadir las calles tomadas por los militares.

En medio casi 3000 supervivientes que tendrían que escapar y correr para conseguir los diferentes sellos de cada zona.

En total había 5 zonas de las que pudimos completar tres, la zona de las Llamas, la zona de los jardines de Piquio y la zona del espolón.

Empezamos por el parque de las Llamas y allí ya pudimos darnos cuenta que esta vez nos tocaría correr. La distancia entre pruebas eran grande y en algunas ocasiones había que hacer el recorrido varias veces.

Sin embargo la dificultad una vez llegados a la prueba no era demasiado elevada y tampoco había que rolear en exceso. Estos dos factores creo que fueron el pilar básico para evitar largas esperas en cada prueba que de otra forma se podían haber alargado de manera alarmante.

Otro de los puntos a destacar en esta survival fue la gran cantidad de lugares a los que acudir. En otras survivals la dificultad era encontrar los diferente lugares o la información que te lleva a ellos. En este caso no fue así. Cada sello te llevaba al siguiente o en su defecto podías llegar a encontrarlos sin demasiada dificultad. Esto agilizaba todo el evento y permitía ir avanzando a los supervivientes a su propio ritmo.

Con la superficie a cubrir conseguir ambientación en todas las calles era tarea casi imposible pero para minimizar este efecto durante toda la noche un autobús cargado con zombies tenía la amabilidad de ir repartiendo muerte allí donde más supervivientes se concentraban.

Después de los primeros ataques el rumor corrió como la pólvora y al grito de autobús los supervientes empezaban a correr como pollos sin cabeza. Eso unido a algunos Z’s que recorrían las calles hacía que tuvieras que estar en tensión durante todo el rato aunque el resto de militares y Z’s estuvieran concentrados en las pruebas.

Y llegamos a la que considero la mejor zona en la que pudimos disfrutar. Los jardines de Piquio.

Superada la primera zona sin bajas nos dirigimos a la siguiente. La lucha entre el conde y los militares estaba clara y las fuerzas de WRG querían recultar al mayor nº de supervivientes para su bando. Ahí teníamos que enfrentarnos a una prueba de valor y lealtad. Conseguir una concha Conda y algo de dinero. Una prueba relativamente fácil si no hubiera sido por los 5 Z’s que custodiaban el parque como si esas conchas y el dinero les fueran a servir para tomarse un café.

Esa fue una de las pruebas más arriesgadas a la que tuvimos que enfrentarnos a lo largo de toda la noche. No había huecos por donde entrar, no había margen para el error y a diferencia de otros Z’s más permisivos aquí había que esprintar de lo lindo para sobrevivir.

Conseguimos la pasta y quien tiene pasta tiene poder. Luego conseguimos cambiar con otros supervivientes pasta por comida y a por nuestro sello. Ya habíamos demostrado nuestra lealtad, ahora solo quedaba que nos convirtieran en máquinas de matar. De eso se encargó el oficial al mando en el parque de los pinos. Empezamos con entrenamiento suave, para calentar, unas sentadillas hasta que alguien se fue de la lengua. Ahí es donde empezó el verdadero entrenamiento a base de flexiones. Una,dos,tres,tres,tres,tres…. en algún momento nos íbamos a convertir en mercenarios de verdad listos para la lucha y todos esperábamos que ese momento llegara pronto.

Al final llegó, ya solo nos quedaba hablar con el coronel para conocer nuestro destino.

La del coronel fue otra de las mejores pruebas de la noche. Había que conseguir un código de acceso que casualmente colgaba del cuello de un Z. Y no solo eso sino que existían varios códigos y solo uno era el correcto.

Después de varias carreras esquivando al Z y a los otros zombies que se unieron a la fiesta entre varios supervivientes conseguimos uno a uno todos los dígitos necesarios.

Nuestro objetivo ahora era llegar al ayuntamiento a casi 2 quilómetros de distancia. Ya eran las 4:03 a.m

Nos separamos por una de las cada vez más frecuentes hordas de zombies pero logramos reagruparnos en el palacio de festivales. Desde allí al ayuntamiento, y a conseguir las pruebas del espacio joven y de la catedral para volver al espolón.

Habíamos conseguido los 12 sellos necesarios y desde el espolón nos mandaron a paso ligero de nuevo hacia el palacio de la Magdalena.

Allí los militares parecían tener acorralado al conde pero aún quedaba una última misión por cumplir. Teníamos que conseguir una foto del conde y una muestra de agua del baño.

El amanecer cada vez estaba más cerca, estábamos a punto de conseguirlo y salir con vida de ese infierno.

Mar 252015
 

Un apocalipsis inesperado

La lluvia golpeaba con fuerza los cristales del coche que acababa de parar justo delante de la entrada del parque Warner. La puerta se abrió despacio, sin prisa, todavía era temprano y los otros miembros del Equipo 1500 aún no habían llegado.

Hacía varios días que estábamos planeando un fin de semana de diversión, adrenalina y nubes de azúcar y decidimos que un parque de atracciones sería el lugar perfecto donde relajarnos.

Lo primero que debería haber llamado mi atención fueron esos tipos de la entrada que insistían en apuntar mi nombre en una lista.
Checkin Zombies Edition Parque Warner 2015
En el interior del parque todo parecía normal, la gente se divertía, la música sonaba animada y la lluvia seguía cayendo como si no hubiera un mañana. Los gritos de la gente que se atrevía a montar en alguna montaña rusa se confundían con el murmullo de cientos, miles de personas, que incansables iban y venían de un lugar a otro aprovechando las últimas horas del día.

Ese fue el segundo detalle que tendría que haber llamado mi atención. Cada vez eran más las atracciones que habían dejado de funcionar. La música ya no sonaba pero el parque seguía lleno.

Hacía rato que me había reunido con el resto del Equipo 1500. Incluso habíamos tenido tiempo para disfrutar de La Casa del Terror y de subirnos a una montaña rusa antes de que colgaran el cartel de cerrado.

El tercer error fue entrar en la Loca Academia de Policía. Allí empezó todo. Serían alrededor de las 21:00

Antes de que pudiéramos reaccionar varios terroristas se hicieron con el control del parque. Su aspecto de payasos, lejos de ser gracioso, transmitía una sensación de pánico y terror. Si no fuera porque estaban perfectamente organizados alguien los habría tomado por locos. Es posible que incluso estuvieran locos, pero lo mejor era no estar demasiado cerca para comprobarlo. Y como en una especie de broma macabra entonces soltaron el gas y a los zombies.
Zombies Edition - Parque Warner Madrid 2015
No podía ser verdad, nuestro fin de semana de diversión y relax estaba dando un giro inesperado. Cabanillas, Chera, Mondéjar… ¿no había sido suficiente? Otra vez la pesadilla se repetía. Había que encontrar la manera de salir de allí cuanto antes y a ser posible con vida.

Parecía que algunos empleados y algunos visitantes habían conseguido ocultarse de los zombies y de los terroristas. Incluso habían conseguido algunas provisiones y material médico. El primer grupo que encontramos eran un par de turistas que estaban refugiados dentro de la Mansión Batman. Habían perdido a su hijo Carlos de 22 años y al parecer no se fiaban demasiado del resto de supervivientes. A juzgar por su estado de nervios y por como nos apuntaban con su pistola cualquiera podía estar ya infectado.

Después de demostrarles que no estábamos infectados nos mostraron una salida. Algunos Z’s merodeaban por allí, pero seguramente a esas horas todo el parque estaría lleno de ellos. Conseguimos una mochila y escapamos del edificio.

La respuesta de los militares había sido rápida. Habían establecido un par de zonas seguras, intentaban controlar la amenaza y ofrecían protección a los no infectados. Pero sabíamos por experiencia que esa zona segura pronto dejaría de serlo, teníamos que movernos.

Los rumores empezaban a circular como la pólvora. Algunos, creían que quedándose quietos escaparían de los mordiscos de los zombies. Pobres ingenuos, cuando un zombie tiene hambre no se detiene ante nada y menos si es un segundo plato que ni siquiera intenta huir.

Después de varias vueltas conseguimos encontrar a dos visitantes escondidos cerca de la zona del Oso Yogui. Tenían víveres y estaban esperando que los militares les sacaran de allí. Pudimos tranquilizarles un poco y decirles que los militares tardarían en llegar, estaban demasiado ocupados cargándose a todos los podridos que infestaban las calles principales del parque. Pero aún así decidieron quedarse y esperar.

Compartieron con nosotros unas botellas de zumo y nos recomendaron ser invisibles y silenciosos, un consejo que, muchos de los que acabaron la noche como cena de zombies, deberían haber seguido.

No podíamos pararnos, la presión cada vez era mayor. Los supervivientes iban muriendo y los caminantes cada vez eran más y más. La zona segura cerca de Gotham City ya no era segura y los Z’s corrían a sus anchas. Solo nos queda intentar refugiarnos en la entrada del parque donde todavía resistía un grupo de militares. Al llegar pudimos comprobar que aún había esperanza, muchos supervivientes seguían con vida, los militares controlaban con facilidad las pequeñas hordas que se acercaban y los terroristas estaban lejos del lugar. Allí pudimos intercambiar el zumo por una cantimplora.
Checkin Zombies Edition Parque Warner 2015
La noche avanzaba, el virus se hacía más y más violento. La comida empezaba a escasear y los Z’s no dudaban en perseguir a sus presas donde fuera. Las barricadas en los baños apenas aguantaban la presión, teníamos que seguir moviéndonos.

Al poco rato logramos encontrar otro grupo de supervivientes escondidos entre las montañas rusas. Habían perdido a su compañero Max cerca del lago y necesitaban saber si seguía con vida. La zona no era demasiado segura pero teníamos que ayudarlos. Encontramos a Max junto a una verja y nos confirmo que estaba bien que se encontraría con el resto de su grupo a la salida.

Volver con la noticia fue una pesadilla, la zona ya estaba llena de zombies y muchos supervivientes cayeron por el camino. Pero conseguimos llegar y salir con vida y con una caja de conchas Codan para recuperar energía.

Y cuando pensábamos que lo peor ya había pasado nos encontramos con ellos. Los terroristas empujando a los supervivientes hacia las hordas cada vez más grandes de zombies, o atándolos con bridas para que sufrieran una muerte agónica y dolorosa. Teníamos que alejarnos de ellos a toda costa. Ya nos habíamos recorrido casi todo el parque y parecía no haber escapatoria. Si los militares no conseguían neutralizar la amenaza al amanecer no quedaría nadie con vida. Pero todavía quedaban pequeños grupos que habían conseguido esconderse. Uno de ellos aguantaba cerca de la Torre Enigma y ofrecían linternas a los que conseguían llegar hasta ellos.

Sin embargo todo esto era inútil. Habíamos conseguido un pequeño kit de supervivencia, con linterna, víveres y bebida pero nada de eso nos salvaría de las hordas que ya se extendía por todas las calles y rincones del parque. Nuestra única esperanza seguían siendo los militares y cada vez eran menos.

Si, se lo que pensarás, si vuestra única esperanza eran los militares estabais jodidos.

Bueno sea como sea era nuestra mejor opción así que esquivando hordas conseguimos llegar hasta el cordón de seguridad formado por supervivientes y los militares que aún seguían con vida. Avanzaban con dificultad hacia la salida del parque pero antes de cruzar el puente nos encontramos de frente con la mayor horda del parque. Ciento de zombies hambrientos a escasos metros de nosotros.

Había llegado el momento de la verdad y los militares se portaron. No abandonaron la formación en ningún momento y consiguieron abatir a la mayoría de esos seres infectos y escoltarnos con vida hacía la libertad.

Otra vez lo habíamos conseguido.

Mi experiencia

Como ya sabréis todos los que me seguís habitualmente esta no era mi primera experiencia con los zombies. Sin embargo si que era mi primer evento con la empresa Reality Expirience. Las sensaciones fueron muy buenas desde el primer momento.

Llegué temprano al check-in para evitar colas, me atendieron con amabilidad explicándome cuando y dónde empezaba el evento y me entregaron el pase para entrar al parque y las tres pulseras para el evento.

Usar tres pulseras es un gran acierto. Anima a los supervivientes a arriesgar más y en caso de que cometas algún error como intentar huir por un baño tienes oportunidad de seguir jugando un rato más. Eso perjudica al tamaño de las hordas pero para entornos pequeños y delimitados como el parque Warner dio un resultado muy bueno.

El comportamiento de los zombies fue en todo momento ejemplar. No sé si se trata de una percepción mía o realmente fue así pero al principio del evento, salvo casos concretos, permitían escapar con mayor facilidad que hacia el final del mismo donde lo daban todo por pillarte. Eso también se agradece. Empiezas el juego suave y poco a poco la dificultad y el comportamiento agresivo de los zombies va en aumento.
Checkin Zombies Edition Parque Warner 2015
Otro punto a destacar del comportamiento de los zombies era su reacción frente a los accidentes. Con un suelo recién fregado, resbalones y caídas fueron más habituales de los esperado pero todos ellos anteponían la seguridad del jugador a un plato de comida recién servido. Pude vivir dos casos muy de cerca y su comportamiento fue realmente ejemplar, gracias.

La puesta en escena durante toda la noche estuvo bien. Por la megafonía del parque nos iban dando indicaciones, militares, zombies y actores estaban muy metidos en su papel y conseguían crear al ambiente de un apocalipsis zombie dentro del parque. Solo eche en falta que se pudiera usar todo el parque y que la música de la noria sonara a todo volumen.

Me sorprendió y gustó a partes iguales el sistema que utilizaron para minimizar el impacto de los jugadores que van solo a por pistas y con ello perjudican el ambiente general y a otros jugadores que intentan interpretar su papel de supervivientes con mayor o menor éxito. Las mascarillas. Algunos aún se estarán preguntando porque una mascarilla no les protege de un ataque zombie. La verdad es que se trataba de identificar a la gente que se limitaba a correr para conseguir pistas. Quieres pista ponte la mascarilla que te protege contra los zombies y así dejarás de pedir pistas.

Se trata de un evento en el que intenta recrearse un apocalipsis zombie. En un apocalipsisi zombie escasea la información, la comida y los twinkies pero lo que más escasea es gente corriendo y pidiendo pistas. Es cierto que ser veterano ayuda a rolear algunas escenas, pero cualquiera puede hacerlo, solo tienen que intentarlo.

En nuestro caso intentamos también conseguir una mascarilla, ves a gente corriendo con una mascarilla puesta y piensas,¡Eso debe ser importante! Nos acercamos a los supervivientes que habían conseguido zumos y material médico y amablemente les contamos una historia de como habían mordido a nuestro compañero para ver si nos podían conseguir algo para no infectarnos, como por ejemplo una mascarilla. A eso solo tuvieron que contestar que una mascarilla no nos iba a ayudar en nada. Suficiente para saber que no queríamos la mascarilla.

Tal vez si es tu primera vez tengas la tentación de pedir pistas, información…NO. No hace falta ser veterano para interpretar un poco tu papel, el que sea. Un visitante del parque, alguien que ha perdido a su hermano pequeño…casi cualquier cosa vale. No nos están examinando pero métete un poco más en tu papel y sobretodo no pidas PISTAS.

La escena inicial para mi fue la parte más floja del evento. La megafonía que usaban no se oía especialmente bien y hasta más tarde no pudimos enterarnos de quienes eran esos payasos con cara de pocos amigos, aunque tampoco íbamos a acercarnos para preguntárselo. Creo que ahí hubiera sido un buen momento para usar la megafonía del escenario a todo volumen.

Otro tema difícil de solucionar son las aglomeraciones de gente. En la casa de Batman tuvimos que esperar unos 10 min. para entrar y nos encontramos otra en la zona segura de la entrada. La de la entrada me pareció genial, digna de lo que realmente pasaría en un apocalipsis. Militares controlando la entrada y cientos de supervivientes asustados y haciendo cola para conseguir víveres. Me gustó. Como también me pareció muy acertada la manera de controlar estas aglomeraciones. Cuando en una zona se formaba una cola mandaban a los Z’s para vaciarla. Y no es de extrañar, más gente, más ruido, más Z’s.

Solo se trata de escoger el momento correcto. Por ejemplo, en la prueba del zumo estábamos completamente solos. Si encuentras una zona y tienes por donde seguir evita las colas avanzarás. Sino divierte, intercambia información con otros supervivientes, pregúntales que zonas han visitado…y disfruta de la rumorología avanzada.

Y llegamos a la escena final, ÉPICA, digna de una película. Cuando vi la enorme horda delante de nosotros pensé que eso sería el fin. Si, es cierto, me hubiera gustado más una escena a lo Zombieland, subidos con el resto del equipo en la Torre Enigma y disparando a los zombies desde lo alto, o acabar encerrado en un puesto de nubes de azúcar disparando a cientos de zombies pero quién sabe… tal vez en la próxima edición 🙂

En resumen, fue un evento que me convenció, con una organización muy cuidada y con unos actores, tanto zombies, como militares muy metidos en su papel que hacían que aquello realmente pareciera un apocalipsis zombie.

Me gustaría agradecerles a todos ellos y a los que estaban en la sombra su gran trabajo para conseguir que durante unas horas fuéramos unos supervivientes de verdad.

Dic 292014
 
 29 diciembre, 2014  Publicado por a las 11:11 2 comentarios »
Survival Zombie: Lost Archives son una serie de posts ficticios basados en los Real Games de WRG y las Survivals Zombies organizadas por todo el territorio español.
Cornelius Tamphels, es el encargado de investigar cada nuevo brote y su misión es descubrir porque, cuando y dónde tendrá lugar el siguiente.
Si quieres participar te recomiendo que consultes la página oficial. www.survivalzombie.es dónde encontrarás, todas las fechas y lugares de las siguientes infecciones.

-Como me gusta el olor del napalm por la mañana.

Esas fueron las primeras palabras que oía después de varias noches inconsciente. Y no me sorprendió tanta falta de originalidad proviniendo de Pablo. Nunca había tenido más imaginación que la que pueda tener un piedra que ha vivido toda su vida en un desierto de arena.

-¿Qué tal has pasado las últimas noches con Indie Cornelius?

¿Indie? ¿Quién coño era Indie? Y por qué Pablo sentía la necesidad de compartir su asquerosa sonrisa conmigo. ¿Le gustaba ver como me retorcía en esa camilla después de cada inyección?

-Dr. Indie ¿como está nuestro paciente hoy?

-Bien, parece que aguanta todos los retroantivirales que he probado con él. Me estoy divirtiendo como nunca antes capitán.

-Si, si todo eso me parece de lo más bonito, y en cuanto acabe el trabajo nos pasamos por una tienda de juguetes y le compró uno nuevo pero necesito el virus y lo necesito ya.

-Eso no será tan fácil. En cuanto abandona su cuerpo el virus muta y se convierte en un simple virus Z, por eso todos aquellos a los que muerde se transforman sin más en vulgares apestosos. Parece ser que lo único que mantiene con vida al virus es Cornelius, al menos de momento.

-Explíquese.

-El virus está empezando a cambiar dentro de su propio cuerpo y en pocos días será uno más de ellos. No se puede hacer nada para evitarlo.

-Entonces consígame ese virus antes de que sea demasiado tarde, sino no va a haber juguetes nuevos, solo dolor, mucho dolor.

Pero ya era demasiado tarde para todos. La explosión del camión en la entrada de los túneles disparó todas las alarmas.

Survival Zombie - Búnker

Los militares de La Corporación habían llegado hasta su objetivo. ¿Como podían haber cometido un error tan grave a estas alturas? ¿Quién había cogido un camión de WRG para escapar de Ayllón?

No había tiempo para tantas preguntas, había que preparar las defensas y buscar una salida.

Cornelius oía a lo lejos las explosiones y las balas. Los hombres de Pablo estaban bien entrenados y su posición defensiva dentro de este búnker abandonado parecía segura. Ni siquiera una explosión sería suficiente para derribar estos muros.

Las defensas exteriores habían caído tras el primer asalto. Todo, tal y como estaba planeado. Los francotiradores habían realizado a la perfección su trabajo y los dos equipos de asalto se habían encargado del resto, pero no habían podido evitar que dieran la alarma y cerraran las puertas.

Les llevaría mucho tiempo poder entrar en el búnker. Demasiado si no querían llamar la atención más de lo necesario. Y tampoco sabían si el objetivo estaba dentro o no. Tomaron posiciones en todo el perímetro y se limitaron a esperar. No podían hacer otra cosa.

La situación dentro del búnker tampoco era mucho mejor. No estaban preparados para recibir un ataque tan rápido y las reservas de cerveza y agua no les permitirían resistir más de dos o tres días.

Si los militares de La Corporación jugaban bien sus cartas solo tenían que sentarse y esperar. El hambre y la sed harían el resto.

-Dr. Indie, ¡¡¡necesitamos a sus zombies ya!!!

-Pero, no están listos, no responden a ninguna orden.

-Eso da igual, estamos aquí atrapados como ratas y si no hacemos algo pronto ya nada importará. Estaremos todos muertos.

-Sección 5 hasta las 27. Hay 10 zombies por sección, le recomiendo que no se acerque demasiado a ellos, llevan días sin comer.

-Ruper, Rudfolf, conmigo, vamos a lanzar a esos cabrones de ahí fuera un par de hordas de zombies para que se diviertan y aprovecharemos para acabar con todos.

Las puertas del búnker se abrieron de par en par. Era una invitación que no podía ser rechazada.

-Equipos de asalto 1 y 2, preparados para entrar. Equipo de demolición, preparad el terreno por si hay que salir corriendo. Águila 1 y 2, controlad el perímetro.

Las puertas empezaban a cerrarse de nuevo, no tendrían otra oportunidad para entrar y no podían quedarse a esperar. Nadie sabía lo que se iban a encontrar una vez cruzadas las puertas, pero ninguno de ellos esperaba ver ese horror. Ya no había marcha atrás y dentro, en lugar de enfrentarse a unos pocos mercenarios, tenían una horda de zombies que se dirigía hacia su desayuno. Los casquillos empezaron a rebotar sobre el suelo de cemento, eran demasiados, no iban a poder controlarlos a todos. Los soldados empezaron a correr por el laberinto de pasillos sin rumbo fijo. La horda, hasta ahora controlada, giró inesperadamente atrapando a dos de los hombres de Pablo que iban en la retaguardia. Sus gritos, mientras cinco zombies desgarraban sus carnes, llegaron hasta el último rincón.

Algo no estaba saliendo como habían planeado, la horda se había descontrolado.

-Capitán, capitán, he localizado al objetivo. Sección 5, laboratorio 5, está con un pequeño hombrecillo con bata blanca. Hay varios guardias en la puerta.

-Todos a la sección 5. Si es necesario volaremos este búnker desde el interior. Cornelius no debe salir con vida de aquí.

No eran los únicos que se dirigían a la sección 5. Cientos de zombies seguían los pasos de Pablo y sus hombres, el encuentro era inevitable.

La primera explosión convirtió el pasillo en un infierno de llamas, y toneladas de piedra y cemento cayendo sobre los desafortunados que seguían en él.

La segunda explosión derrumbó los muros justo en la puerta de entrada, ya no había escapatoria para nadie.

La tercera explosión, cerca del laboratorio 5 provocó un efecto en cadena, una gran bola de fuego que recorrió todos los pasillos calcinando por igual a soldados, mercenarios y zombies. Ni siquiera un zombie podía soportar 5000ºC de temperatura. Todo quedó reducido a cenizas en apenas unos segundos.

No había nada heroico en la muerte de Cornelius. Llevaba toda una vida persiguiendo zombies para acabar convertido en uno de ellos y morir lejos de todos aquellos a los que amaba, si es que alguna vez había habido alguien. Morir en un remoto lugar dentro de un búnker y atado a una camilla que apenas podía aguantar su peso. La última cara que vería en esta miserable vida sería la de Ralf.

Tal vez fuera mejor así, al fin dejaría de sufrir. Ya no tendría que huir más. Su lucha había terminado.

La Corporación había ganado esta batalla, pero no sería la última. Cientos de zombies habían escapado a su control en Ayllón y la resistencia seguía luchando por su libertad, solo… necesitaban un poco más de tiempo y Cornelius se lo había dado.


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Dic 152014
 
 15 diciembre, 2014  Publicado por a las 11:11 Sin comentarios »
Survival Zombie: Lost Archives son una serie de posts ficticios basados en los Real Games de WRG y las Survivals Zombies organizadas por todo el territorio español.
Cornelius Tamphels, es el encargado de investigar cada nuevo brote y su misión es descubrir porque, cuando y dónde tendrá lugar el siguiente.
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Ese laboratorio se parecía más a un vertedero que a unas instalaciones en las que experimentar con un virus que podía acabar con toda la humanidad. Los fluorescentes, como en las películas malas de terror no dejaban de parpadear y emitir un molesto zumbido. La humedad que se filtraba por las paredes tampoco ayudaba a convertir ese antro en un lugar acogedor y debajo de la única luz de ese pequeño cuartucho estaba él, el doctor.
Survival Zombie - Cuartucho de tortura
Los dos hombres seguían arrastrando el cuerpo inconsciente de Cornelius por el pasillo. El doctor estaba impaciente, quería empezar a trabajar cuanto antes.

Una luz cegadora le despertó. Aún tardó un par de segundos más antes de poder ver la cara de ese tipejo que estaba a punto de inyectarle alguna especie de algo de color azul. Y Cornelius odiaba el color azul, pero odiaba mucho más que algún tarado estuviera jugando con su cuerpo y pinchándole con una aguja. Su reacción instintiva fue intentar agarrarlo por el cuello con un movimiento rápido y ágil de su mano derecha solo para comprobar que alguien se había tomado la molestia de atarlo en una camilla que apenas se sostenía en pie. Sin embargo eso era suficiente para mantenerle quieto mientras esa rata de laboratorio seguía inyectándole suero de color azul.

Seguía atontado, seguramente porque también se habrían tomado la molestia de ofrecerle un gintonic con suficiente sedante como para que durmiera todo el camino de regreso. Nadie quería ver como los dedos de su mano menguaban y mucho menos ver la solución de Pablo para controlar el problema. Tal vez debería haber empezado por Pablo y arrancarle el dedo del gatillo, eso habría suavizado las reacciones de los demás.

Ayllón quedaba lejos. Fue una pesadilla para los pocos supervivientes que lograron salir con vida y para los militares de La Corporación. Sin fuegos artificiales resulta algo más complicado controlar a hordas de zombies hambrientos y al parecer eso no era lo único que habían preparado los chicos de WRG para la ocasión. Estaban experimentando otras mutaciones y los resultados podían ser realmente espeluznantes.

Quijorna ya era solo un mal recuerdo en la memoria. Viendo sus opciones ya no le parecía tan buena idea ofrecer su cuerpo a la ciencia para salvar a la humanidad. Y al parecer tampoco quedaba nadie interesado en salvarla. Ahora lo único importante era el dinero y el poder…aunque ¿cuando había dejado de serlo?

Se encontraba atado a una camilla, con un tipo calvo y bajito sonriendo cada vez que acercaba su apestosa cara para controlar la dilatación de sus pupilas y el pulso de su corazón. La habitación era demasiado pequeña para que hubiera ningún guardia dentro pero seguro que tras la puerta blindada de 5mm de espesor nadie le recibiría con una tarta de cumpleaños. Tampoco había ninguna ventana ni ningún sistema de ventilación. Eso podría explicar el sofocante calor que hacía en la estancia y el olor a rancio. Aunque eso tal vez fuera cosa solo del científico bajito y sus juguetes.

Y en el mejor de los casos, considerando que pudiera llegar a arrancarle un dedo o un brazo entero de un mordisco al científico, derribar la puerta de 5mm de acero galvanizado y reducir a los guardias que estuvieran esperándole al otro lado no tenía ni la más remota idea de donde se encontraba.

Cada minuto que pasaba tumbado en la camilla le parecía peor la idea de Quijorna. ¿Qué había salido mal? ¿Cómo habían podido escapar Pablo y sus hombres de las hordas de zombies y de los militares de La Corporación? ¿Cómo había acabado en un sótano apestoso sin luz y jugando a médicos y enfermeras con el pequeño Ralf, un loco tarado que no paraba de sonreír?

Un pinchazo le recorrió toda la espalda, no lo pudo aguantar y soltó un grito escalofriante.

-Tranquilo, le susurró el pequeño Ralf al oido- Esto solo acaba de empezar y te puedo asegurar que te va a doler mucho más.

Nadie vendría en su ayuda y los únicos que estaban buscándole tampoco le iban a traer tarta de cumpleaños para celebrarlo, se conformaban con llevarse su cabeza y poco más.


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Dic 082014
 
Survival Zombie: Lost Archives son una serie de posts ficticios basados en los Real Games de WRG y las Survivals Zombies organizadas por todo el territorio español.
Cornelius Tamphels, es el encargado de investigar cada nuevo brote y su misión es descubrir porque, cuando y dónde tendrá lugar el siguiente.
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De entre todas las ciudades y pueblos de España tenían que haberme traído hasta Ayllón. Estaba claro que La Corporación no iba a quedarse de brazos cruzados mientras Pablo y sus hombres le quitaban delante de las narices una parte del pastel, pero ponérselo en bandeja tampoco era la mejor idea.

Hacía días que esa prueba estaba programada. Nadie debía saberlo pero el olor a podrido nada más llegar al pueblo tendría que haber disparado todas las alarmas. Eso y todos los militares que habían tomado posiciones en los puntos estratégicos para evitar que nadie abandonara el pueblo una vez empezara la fiesta.

A nuestro favor que ninguno de ellos nos estaba esperando, al menos no tan pronto ni en este remoto pueblo.

La nieve empezó a caer, amortiguando los gritos que se escuchaban a lo lejos. Cuando llegamos al bar ya estaba oscureciendo y los pocos habitantes del pueblo se habían refugiado en el calor de sus hogares sin saber que esta sería su última noche.

Otra vez los mismos gritos de terror, otra vez hordas de zombies devorando todo lo que encontraban a su paso. Entonces se abrió la puerta del bar y entraron siete militares. Cargaban con un objeto grade y pesado y su primer error fue pensar que toda la gente estaría ya huyendo de los zombies o encerrada en sus casas.

Su segundo error fue preguntar antes de disparar. Los mercenarios de Pablo sin embargo tenían bien aprendida la lección y antes de que el último de ellos pudiera cerrar la puerta las tres MK46 ya estaban silbando y repartiendo muerte a partes iguales.

No hubo tercer error.

Y al parecer teníamos la bomba en nuestro poder. Eso nos iba a facilitar el trabajo, solo teníamos que sentarnos y esperar a que los militares de La Corporación acabaran con los civiles y los zombies o dejar que fueran los muertos los que se dieran un festín hasta más allá del amanecer. Los civiles ya estaban perdidos antes de empezar la noche así que alguien tendría que llorar su estúpida e inútil muerte.

Survival Zombie - Población Civil

Esa noche no habría fuegos artificiales al final de la fiesta y eso era bueno para el negocio. Cientos, miles de zombies descontrolados que poco a poco irían debilitando las defensas del pueblo y al final acabarían por salir y propagar la infección. Para cuando alguien se diera cuenta de que la bomba no había explotado ya sería demasiado tarde. Preparar otra bomba, preparar otro equipo de contención o autorizar un bombardeo masivo sobre la zona. Ninguna opción solucionaría el problema.

Eso le daría a Pablo y a sus hombres el tiempo necesario para poner a punto a sus propios zombies o para encontrar una cura al virus, la elección era fácil, lo que diera más dinero.

En ninguna de las dos opciones Cornelius tenía un final feliz pero eso ahora mismo no era lo peor, el hambre había vuelto. Cada vez que lo hacía le golpeaba con más fuerza, su lucha interna por permanecer humano era cada vez más dura, el dolor mayor, el sufrimiento indescriptible. Tal vez había llegado el momento de dejar de luchar, de convertirse en uno de ellos y dejar de sufrir, abandonar el dolor y convertirse en uno de esos seres repugnantes a los que había perseguido durante toda su vida.

Una bofetada con la mano abierta le devolvió a la realidad y de paso le cruzó la cara con tal violencia que notó como la mandíbula se le desencajaba por momentos. Era ese estúpido al que llamaban GP. El mismo listo que nos había traído hasta Ayllón.

-Mírame- gritó a escasos centímetros de la cara de Cornelius.
-Hay que moverse y vamos a hacerlo ahora así que te necesito bien despierto.- Plaf, otra bofetada con el revés para asegurarse, el muy cabrón disfrutaba con su trabajo eso no se podía negar. Pero todos comenten el mismo error una y otra vez. Se confían, avanzan su posición y bajan la guardia, solo durante un segundo, o menos, suficiente para Cornelius, al menos para ese ser en el que se estaba convirtiendo.

La tercera bofetada no alcanzo su objetivo. En lugar de eso uno de los dedos de GP acabó entre sus dientes.

-Ahhh, el muy cabrón me ha arrancado un dedo. Voy a matarlo, voy a…

Tres disparos fueron suficientes para acabar con su dolor y zanjar el tema del dedo sin armar más escándalo. Aún no habían abandonado el pueblo y había demasiados zombies en los alrededores como para llamar su atención más de lo necesario.

Pablo sabía cerrar este tipo de problemas de manera expeditiva.


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